10 mayo 201707:57
Las obras para la reurbanización de la calle Pío Baroja y la plaza Portu, en Artia, han superado su ecuador. Se prevé que la actuación esté finalizada dentro de dos meses y medio, en verano. La delegada de Vía Pública y Obras, Cristina Laborda, visitó ayer la zona junto a Miguel Otero, director de la obra; y José Barreiro, presidente de la Asociación de Vecinos de Artia.
Mejorar la accesibilidad es la clave del proyecto que se está llevando a cabo, cuya concepción fue ligada a «un proceso de participación ciudadana». Cristina Laborda recordó que, mientras se trabajaba en el diseño de la actuación, representantes del área de Obras «vinimos dos veces al barrio para recoger aportaciones de los vecinos. Comenzamos los trabajos en otoño, después de la Semana Cultural de Artia, y hemos ido avanzando con dos objetivos fundamentales: más allá de la reurbanización que necesitaba a nivel de subsuelo, teníamos claro que todo este entorno necesitaba mejorar, en primer lugar, en la accesibilidad».
Más espacio para los peatones
Anteriormente, la plaza Portu y la calle Pío Baroja estaban conectadas por «una cuesta con una pendiente importante. Uno de los objetivos de este proyecto es mejorar la accesibilidad», construyendo una nueva rampa «con una pendiente adecuada a la Ley de Accesibilidad, que permite acceder cómodamente» desde la plaza Portu hasta Pío Baroja. Dicha rampa «también posibilita enlazar» esta calle «con las escaleras que suben a César Figuerido», conexión que antes no existía.
Además de la accesibilidad, la renovación quiere mejorar la movilidad peatonal del entorno, especialmente en el tramo que conduce de Pío Baroja a las escaleras mecánicas. Esta calle está experimentando una importante renovación tras la cual quedará con un carril de circulación en ambos sentidos desde el número 10 hasta el 18. En dicho vial se ejecutarán aceras de 2,5 metros de ancho en un lado y 2,1 metros en el otro. El resto de la vía, a partir del portal 18, será completamente peatonal; si bien existe un paso de garajes junto al número 20. A parte de renovar el adoquinado de la calle, con una baldosa de material anticontaminante similar a la empleada en Cipriano Larrañaga, se colocarán nuevos elementos de jardinería y mobiliario urbano. La calle Pío Baroja «ganará en color y en luz», afirmó Cristina Laborda.
Por su parte, Miguel Otero explicó que se trabaja también en la renovación de las redes de saneamiento de fecales y pluviales y parte de la red de abastecimiento. En cuando a la reurbanización, el director de la obra señaló que «aproximadamente, hay 3.500 metros cuadrados de zona peatonal y 2.500 de tránsito de vehículos, para aparcamiento y circulación».
José Barreiro afirmó que esta «es una obra que se tenía que haber hecho hace 30 años, pero nunca es tarde. El gran problema del barrio es la accesibilidad: las aceras de Pío Baroja hasta las escaleras mecánicas eran muy estrechas, y las sillas de ruedas o coches de niños tenían que ir por la mitad de la calzada. Es una pena», puntualizó el presidente de la AVV, que la peatonalización «no haya llegado hasta la curva», donde la calle Pío Baroja confluye con Pintor Berrueta. «Es lo que planteábamos desde la AVV», pero finalmente no se ha llevado a cabo porque algunas aportaciones recibidas durante el proceso de participación protestaban por la pérdida de aparcamientos que hubiera supuesto este planteamiento. No obstante, «yo creo que es más importante que haya una movilidad peatonal a que se pueda aparcar delante del portal», concluyó José Barreiro.