14 diciembre 201400:11
Nombres de primera línea adornan el fenomenal trabajo 'Epitafios', elegido por el jurado del Certamen de Vídeo Joven de Irun como mejor obra de la Sección Oficial en la edición de este año. Arturo Valls, Silvia Marty, Teresa Lozano y otros nombres reconocibles del cine y la televisión se pusieron a las órdenes de la actriz María Ballesteros en ésta su primera incursión al otro lado de la cámara. El cortometraje, de veinte minutos de duración, nació a raíz de la muerte de su abuela pero «no en su memoria, sino ejerciendo sus principios», ha explicado la propia Ballesteros.
'Epitafios' cuenta una historia sencilla, bastante íntima, con una calidad máxima en los aspectos técnicos y más que cumplidas interpretaciones. Una pieza redonda cuyo previsible final no pierde ni un punto de emotividad, una ternura que se remata con el tema musical final, escrito y cantado 'ad hoc' por Joaquín Sabina; según los créditos, un regalo del cantautor del que disfrutamos todos los espectadores. El premio lo recogió Félix Tusell, productor ejecutivo, que además de dar las gracias, resaltó del cortometraje que fue rodado «con muchísimo cariño». Fernando San Martín, delegado de Juventud, fue quien le hizo entrega del premio y aprovechó para hablar «de un corto que no hemos podido proyectar. Un corto realizado en Irán, donde el régimen pone muchos obstáculos a la cultura y que finalmente no pudo llegar. Esperamos poder ver aquí el trabajo de esos jóvenes realizadores iraníes muy pronto», deseó.
El certamen irundarra de cortometrajes dejó otros dos galardones. En la categoría comarcal, el premio fue para Indómito Mogambo, un trabajo de 19 minutos de duración, firmado por Xabier Cereceda, del colectivo Kristonkino, que se lleva 200 euros en metálico y la inscripción automática en 50 festivales. Una obra entretenida, crítica en sus mensajes y divertida por momentos. «Es un placer ver tus retoños en pantalla grande», decía Cereceda al recoger su premio. «Está bien ser profeta en tu tierra y me gustaría ver cómo este festival va hacia arriba porque es uno de esos que tiene solera».
El premio entre los trabajos comarcales lo recibió Xabier Cereceda por 'Indómito Mogambo'En la categoría '+ Cortos' de directores de menos de 17 años, ganó 'La carta', de Nerea Paternain
En la sección '+ cortos', cuyos directores deben tener entre 13 y 17 años, el premio se lo llevó 'La carta', dos minutos de cortometraje dirigidos por Nerea Paternain (de la iniciativa de jóvenes irundarras Ekin Filmak) y grabado «con un iphone 5» en localizaciones irundarras. Una piecita de cine hecha con gusto para demostrar que en este mundillo caben historias sencillas, originales y con mensaje, sin necesidad de grandes presupuestos. La realizadora dio las «gracias a todos por este premio» y agradeció «el trabajo de la gente de Ekin Filmak», un pequeño grupo de jóvenes entusiastas locales del cine cuya labor ya está dando buenos resultados en forma de cortometrajes y que promete mucho más en un futuro cercano.
Gala multidisciplinar
Los premios se entregaron el viernes por la noche en una gala en el auditorio del Centro Cultural Amaia dirigida por Mario Simancas. No faltó el humor, como no podía ser de otra manera, pero el acto destacó sobre todo por las amenazas que se ciernen sobre las expresiones artísticas y culturales. Para derrotarlas, el escenario en el Amaia se dejaron ver en vivo la música, la danza, la cultura urbana, el mimo y el teatro. Los personajes que representaban cada una de estas variantes del arte y la cultura fueron sucumbiendo ante la negra amenaza a medida que la gala avanzaba hasta que el cine apareció para hacerlas resurgir a todas agrupadas al final de la misma.
Una propuesta impecable, bien pensada y fenomenalmente ejecutada, directa, sencilla y clara en la que el único pero escapaba de su control: el escaso público. Este festival de cortos, incluida su gala, es un lujo que Irun debe saber aprovechar.