La directora de Emakunde, Izaskun Ladaida, inauguró el jueves en la casa Nabartenea el programa de actos organizado por Gaurko Andreak Berdintasunaren Aldeko Elkartea, con motivo del día Internacional contra la Violencia de Género, que se celebrará el próximo 25 de noviembre.
Landaida ofreció algunos datos reveladores «que indican que tenemos que seguir trabajando en igualdad y que no podemos relajarnos. Es verdad que se ha avanzado mucho. Hay que reconocerlo, porque el trabajo de muchísimas mujeres que nos han precedido ha posibilitado la situación que hoy estamos viviendo», dijo, «pero también es verdad que queda un largo camino por recorrer. Hay gente que piensa que la igualdad ya está conseguida, pero las cifras nos dicen algo muy distinto».
La directora de Emakunde ofreció algunos datos reveladores de la desigualdad, como el hecho de que «nueve de cada diez personas que están trabajando sin contrato en la Comunidad Autónoma Vasca, son mujeres. También las mujeres somos abrumadora mayoría en los contratos a tiempo parcial y es un hecho que en los órganos donde se toman las decisiones, la presencia de mujeres es más bien escasa».
Izaskun Landaida habló, en primer lugar, sobre la violencia sexista en términos generales para referirse después y más específicamente, a este tipo de violencia entre los adolescentes. «La violencia contra las mujeres, además de ser un problema de primer orden, es un problema muy complejo. Requiere, por parte de los poderes públicos, una respuesta integral y comunada, una respuesta que no solo se tiene que activar en el momento en que una mujer es agredida, sino que tiene que ser permanente en el tiempo y debe actuar sobre el origen mismo de la violencia, en todos los tipos de ésta, desde el más explícito hasta el más sutil».
Partiendo de la idea de que la violencia contra las mujeres es la expresión más brutal de la desigualdad, la prevención es una línea de trabajo esencial, sobre todo cuando se dirige a la población joven.
«El 42% de las víctimas de violencia de género en la CAV, en 2011, fueron chicas menores de 30 años», informó Izaskun Landaida. «Es un dato revelador. En este 42%, se incluye la violencia de pareja, la violencia intrafamiliar y los delitos contra la libertad sexual. En el caso concreto de los delitos contra la libertad sexual, una de cada tres mujeres atendidas en Osakidetza en 2011 por agresiones sexuales era menor de 30 años».
Los datos demuestran que la violencia de género no es un problema exclusivo de mujeres a partir de una cierta edad, «sino que es algo que está presente en todos los sectores, incluidos los más jóvenes. Intentar combatirla sin un trabajo dirigido a la sensibilización y a la prevención, supondría actuar contra los efectos, pero no contra las causas», añadió Landaida. Por eso, es necesario «trabajar en la educación desde edades muy tempranas, fomentando el respeto y ayudando a los y las adolescentes a visibilizar, a detectar, a ver comportamientos que si no se cortan de raíz pueden derivar en actitudes violentas».
Una chica puede creer que el hecho de que su novio le esté preguntando por Whatsapp constantemente «dónde está, con quién, pidiéndole que le mande fotos, puede ser un síntoma de ese amor romántico que nos han vendido», dijo la directora de Emakunde. «Puede pensar que es algo positivo, que demuestra que realmente la quiere. Quizá esa chica no sea capaz de detectar que lo que en realidad está haciendo su novio es ejercer sobre ella un control, que está sutilmente decidiendo que ella le pertenece y que coarta su libertad y su autonomía. Ese tipo de actitudes son las que, en algunos casos, no se detectan, no se ven y pueden derivar en el futuro en violencia de género».
Ese tipo de actitudes son las que trata de hacer ver el programa Beldur Barik (www.beldurbarik.org), dirigido a adolescentes e impulsado por Emakunde, en colaboración con Eudel y las diputaciones. «Es un programa que trata de implicar a la juventud contra la violencia machista. Creemos que los jóvenes tienen que disponer de herramientas que les ayuden a comprender que esa violencia no les es ajena. Es una violencia que también se da en la juventud y tienen que aprender a reconocerse en el papel de víctima y de agresor. El objetivo es que cuestionen esos modelos, los analicen y reflexionen».
El programa Beldur Barik del nuevo curso, que se presentará el próximo día 20, contiene una serie de materiales didácticos «que pueden ser consultados por chicos y chicas, trabajados en los centros y en los gaztelekus y utilizados por padres y madres».
Plan de coeducación
Por otra parte, el departamento de Educación del Gobierno Vasco ha presentado recientemente el Plan Director para la coeducación y la violencia de género, que será implantado en 50 centros escolares, con la intención de ir extendiéndose a todos los colegios. «Esto su`pone un salto cualitativo porque es la primera vez que un gobierno toma la decisión de que sea el departamento de Educación el que lidere esta cuestión y lo hace así porque considera que es algo prioritario».
El sistema educativo «tiene una importancia fundamental, pero no el el único», cocluyó Landaida. «Desde la familia, desde los medios de comunicación y desde todos los ámbitos desde los que los chicas y chicas ven el mundo, hay todavía mucho que hacer».
