DONOSTIA. Los recortes que el Gobierno central está haciendo para reducir el déficit público ya han alcanzado a Gipuzkoa y tendrán su afectación, en forma de un posible retraso, en el desarrollo del futuro parque tecnológico de Zubieta-Urdanibia, situado en las localidades de Irun y Hondarribia, y que se configura como una ampliación del de Miramón, que ya a está al límite de su capacidad. Hace un mes la Sociedad para la Transformación Competitiva (SPRI) recibió la comunicación del Ministerio de Economía y Competitividad de que no podía disponer de 1,9 millones de euros que figuran en los Presupuestos del Estado de 2011 y que se iban a destinar este año para llevar a cabo el proyecto de planeamiento urbanístico de la zona, el primer paso necesario para el desarrollo del futuro parque tecnológico.
Esos 1,9 millones de euros que figuraban en el Presupuesto del extinto Ministerio de Ciencia e Innovación, cuya titular era la donostiarra Cristina Garmendia, iban destinados a la elaboración del proyecto del planeamiento urbanístico de Zubieta-Urdanibia, gracias al acuerdo alcanzado a finales de 2010 entre el Gobierno Zapatero y el PNV para la aprobación de las cuentas públicas de 2011. Está claro que la no utilización de esta partida por parte del Gobierno Vasco ha provocado su pérdida con la llegada del Gobierno del PP que, aduciendo la falta de recursos, ha optado por no respetar este compromiso.
La decisión, no por esperada, supone un jarro de agua fría a las expectativas que sobre este proyecto empresarial hay depositadas en la comarca de Irun y Hondarribia, ya que supone aplazar a medio plazo su desarrollo. Según datos de Bidasoa Activa, la agencia de desarrollo de la comarca, la tasa de paro en la comarca se situó el pasado mes de febrero en el 15,2%, casi tres puntos más que la media guipuzcoana (12,6%). Irun arroja un índice de desempleo del 16,2%, mientras que en Hondarribia el paro llega al 11,3% de su población activa. Esta situación ha hecho que el futuro parque tecnológico de Zubieta-Urdanibia suponga, dentro de los planes de la SPRI, un proyecto a realizar a medio plazo, al considerar que ante la falta de recursos existentes, "la actual oferta de suelo empresarial que hay en la CAV es suficiente en este momento".
"Si se hubieran dispuesto esos recursos del Gobierno central, probablemente se habría podido avanzar algo de cara a futuro en el proyecto de Irun y Hondarribia pero, en este momento, si se mantiene la situación económica y los recursos disponibles es un proyecto que queda a medio plazo", manifestaron a NOTICIAS DE GIPUZKOA fuentes de la SPRI.
En ese sentido, la SPRI está concentrando toda su actividad en los tres parques tecnológicos que se están desarrollando en la actualidad, como son el de Galarreta en Hernani, que es una ampliación del parque de Miramón y la empresa Orona, con una inversión de 160 millones de euros en cinco años; el parque científico de Leioa, ampliación del de Zamudio en Bizkaia; y por último, el Vitoria Industrial Air Park (VIAP), que se constituyó hace un año y que estará especializado en logística aeroportuaria. "Con estos proyectos en marcha y teniendo en cuenta la situación en la que nos encontramos, pensamos que hay una oferta de suelo más que suficiente pata responder a las necesidades de las empresas", precisaron las fuentes de la SPRI.
GRAN ALCANCE La paralización actual del proyecto de Zubieta-Urdanibia, cuyas primeras noticias sobre la existencia de este suelo destinado a empresas datan de los años 90, no ha provocado mucha sorpresa en la comarca del Bidasoa, porque al Gobierno Vasco no se le ha visto con muchas ganas para impulsar este parque tecnológico, que es una operación de gran alcance, ya que es unas dos veces más grande que el parque de Miramón, con un desarrollo total de 10.000 empleos cualificados en un horizonte de 15 a 20 años.
La prueba es que desde que en junio del año pasado llegó a la dirección del parque de Miramón Estefania Morcillo, no se ha producido ningún contacto con los dos ayuntamientos de Irun y Hondarribia, al menos, con el de la localidad costera, según señala su alcalde Aitor Kerejeta.
A pesar de ello, los alcaldes de Irun y Hondarribia, José Antonio Santano (PSE) y Aitor Kerejeta (PNV), respectivamente, siguen trabajando en el desarrollo de esta zona de Zubieta-Urdanibia, teniendo como marco el convenio de colaboración firmado con el parque de Miramón en mayo de 2010 para su ampliación a la comarca del Bidasoa, al disponer de una superficie de 500.000 metros cuadrados con una magnífica comunicación, tanto por carretera como ferroviaria, a la que hay que añadir la próximidad del aeropuerto de Hondarribia y la del puerto de Pasaia. A estas ventajas hay que añadir la existencia del Hospital Comarcal del Bidasoa, como elemento de referencia en empresas relacionadas con la biociencia y la salud.
Los dos municipios están trabajando de manera mancomunada en este proyecto, hasta el punto de que, en este momento, se encuentran en plena fase de revisión del Plan General de cada una de las localidades, que permitirá la conversión de los terrenos de Zubieta-Urdanibia -de los que el 70% pertenecen a Hondarribia y el 30% restante a Irun- de rústicos a industriales.
Cuando se aprueben los dos Planes Generales a finales de este año, esos 500.000 metros cuadrados estarán ya disponibles desde el punto de vista urbanístico para que pueda llevarse a afecto la elaboración del plan parcial para la urbanización de la zona y, de esta forma, cuando comience la recuperación económica y las empresas desarrollen nuevas inversiones, puedan entrar las máquinas y comenzar la construcción de los edificios. Se calcula que desde que se elaboran estos planes de configuración del parque tecnológico hasta que una empresa adquiere una parcela para ubicar su sede transcurren al menos cinco años.
Se trata de ganar tiempo porque, como dice Kerejeta, "la clave es tener los terrenos dispuestos y preparados para cuando la actual situación cambie y la actividad económica repunte". En ese sentido, la experiencia del polígono Araso de Irun está sirviendo como referencia para evitar demoras. Santano es muy claro al respecto: "En el caso de Araso, desde que firmamos con Sprilur hasta que llegaron las primeras empresas han pasado alrededor de 10 años". Por eso, "debemos ser más ágiles a la hora de poder ofertar un suelo a las empresas en el momento en que surja la oportunidad con el cambio de ciclo económico. Para ello, hay que hacer un plan parcial, un proyecto de urbanización, la reparcelación de los terrenos y, a partir de ahí, la compra de suelo", afirma el alcalde de Irun.
El arquitecto urbanista Patxo de León, que elaboró un proyecto de planeamiento urbanístico de la zona de Zubieta-Urdanibia por encargo del parque de Miramón y los ayuntamientos de Irun y Hondarribia, es de la idea de que el proyecto es viable " adecuando su ejecución a las circunstancias y a la demanda de suelo por parte de las empresas, porque no hay una oferta de suelo tan importante como esta en toda Gipuzkoa".
ALCANCE METROPOLITANO Según De León, harían falta cuatro años desde la aprobación del proyecto de planeamiento urbanístico de la zona y la gestión del suelo hasta la construcción del primer pabellón empresarial. "Se trata de una operación muy potente de largo desarrollo con una proyección de 15 a 20 años, que tiene un carácter de alcance metropolitano en lo que se refiere a la creación y acogida de empleo". En el mismo sentido se manifiesta el alcalde hondarribiarra, para quien el parque de Zubieta-Urdanibia "es un proyecto de país, en el que los ayuntamientos de Irun y Hondarribia tenemos que hacer y aportar, pero que ha de ser liderado por el Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Gipuzkoa".
Por su parte, el alcalde de Irun plantea una solución más práctica para salir de la situación de impasse en la que puede terminar el proyecto, a través de la creación de una sociedad pública que podría denominarse Bisasoako Industrialdea, que contaría con fondos de los ayuntamientos de Irun y Hondarribia, así como del Gobierno Vasco y de la Diputación, para la promoción del parque tecnológico de Zubieta-Miramón, siguiendo la experiencia de Irungo Industrialdea en el polígono de Araso, donde se han vendido ya el 80% de los pabellones que construyó. "Podemos tener herramientas para dar los primeros pasos en este proyecto porque la operación lo permite. Con el dinero que vamos a recuperar de la inversión realizada en Araso, más la aportación que puede hacer Hondarribia, tendríamos músculo financiero para ir adelantando trabajo de planeamiento, de acuerdo con Miramón", precisa Santano.
Sin embargo Kerejeta insiste en que quien tiene que "tirar el carro y liderar el proyecto son el Gobierno Vasco y la Diputación de Gipuzkoa; me daría mucha pena no poder aprovechar la oportunidad que tenemos entre las manos. ¿En cuantas otras circunstancias nos vamos a encontrar en que dos ayuntamientos se ponen de acuerdo en realizar esta oferta de suelo para las empresas?".
Sobre la rentabilidad del proyecto, el arquitecto Patxo de León asegura que la operación del parque tecnológico de Zubieta-Urdanibia es "perfectamente autofinanciable", ya que su desarrollo se haría en dos fases. Una, la de Zubieta, sobre la el terreno que es propiedad de la Diputación, con 358.443 metros cuadrados de superficie y, la de Urdanibia, que es una zona situada entre la carretera del Hospital Comarcal del Bidasoa y el poblado del mismo nombre, que dispone de 157.687 metros cuadrados.
Según el estudio elaborado por Patxo de León y, a partir, de una actuación en criterios de operación privada y de los precios de venta aplicados en su momento en Miramón -que, evidentemente, habrá que computar al alza- el beneficio de la fase de Zubieta sería de 161 millones de euros, descontando los costes de suelo, urbanización y construcción de 320 millones, mientras que para la fase de Urdanibia, la operación tendría una resultado de 126 millones de euros y un coste de 251 millones
