Diez municipios españoles perdieron en 2012 más del 3,5% de sus trabajadores autónomos. Sólo uno de ellos era vasco, Irun. Durante el año que acabamos de cerrar, los autónomos en actividad se redujeron en la ciudad en un 3,63%, séptima posición en esta lista para el conjunto de España, según los datos publicados por La Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE).

La semana pasada se dieron a conocer los datos de desempleo de diciembre con la inevitable comparación interanual. En Irun, la cifra de desempleados se ha incrementado algo más de un 10% en ese 2012, cifra dura de encajar y que, sin embargo, es menor que la de Hondarribia, que la media guipuzcoana, que la de Euskadi... La posición puntera de Irun en cuanto a desaparición de trabajos de autónomos está ligada, por tanto, a algo más que a la destrucción de empleo propia de la crisis. Es una ciudad con una presencia fuera de lo normal en cuanto a microempresas, entendiendo éstas como aquellas que emplean a no más de diez personas, y en la que abunda el autoempleo en el formato de autónomo. Quizá por su acentuado perfil comercial; quizá por otras razones, cómo las que apuntaba Luxio Ugarte, vicedecano del Campus del Bidasoa de Mondragon Unibertsitatea, en una entrevista que concedió a este periódico. «Falta cultura del asociacionismo, de colaboración (entre empresas). Ésta es una comarca innovadora, creativa y valiente, pero (los emprendedores) no saben cómo asociarse o para qué puede servir colaborar con la empresa de al lado, a la que ven más como una competidora que como una posible colaboradora».

Ya entonces, con la crisis desatada y siendo consciente de esta realidad tan marcada en la ciudad, Ugarte advertía que pese a que en Irun «hay miles de emprendedores», que pese a que hay «muchas y muy buenas ideas» de negocio, «las empresas pequeñas son muy vulnerables» y existía un gran riesgo sobre ellas.

Bidasoa activa, y también ahora Mondragon Unibertsitatea, trabaja con intensidad en el fomento del asociacionismo empresarial. Sin embargo, la realidad es que el 94,5% de las empresas locales tienen menos de 10 empleados; aún más, el 75,7%, sólo uno o dos; la media en Irun es de 3,6 trabajadores por empresa. Los programas oficiales de subvenciones a empresas desarrollados en los últimos años desde Diputación o Gobierno Vasco «se dirigen a pequeñas, medianas y grandes; si la mayoría de nuestro tejido empresarial lo forman microempresas, no hay apenas acceso a esas ayudas», comentaba Luxio Ugarte.

Pese a esas circunstancias, la pérdida de autónomos acontecida en Irun en 2012 ha sido una sorpresa. En primer lugar, porque las circunstancias en este ejercicio no han sido tan diferentes de las del año anterior, en la que la merma de trabajadores autónomos no superó el 1%. «Según los datos facilitados por Tesorería General de la Seguridad Social, vemos, efectivamente, que en el último año, desde noviembre de 2011 hasta noviembre 2012 (último dato disponible), los autónomos en el municipio de Irun han disminuido un 3,5% pasando de 4.905 a 4.733», informan desde Erabat, el observatorio socio económico de la comarca que puso en marcha Bidasoa activa.

Y si cabe hablar de que haya sido un dato no esperado, es también por la tendencia que este año ha presentado el dinamismo empresarial en la ciudad. Es el término que se emplea a la hora de englobar las altas y bajas en el Impuesto foral de Actividades Económicas y que no se ajusta exactamente a las empresas creadas y destruidas, ya que incluye aquellas empresas que abren un negocio diferente o las que cierran alguna actividad si bien la empresa continúa en otras.

Así, según los datos facilitados por la Diputación al observatorio Erabat, tomando como referencia los tres primeros trimestres de 2012 a falta de cerrar las referencias del último, «la evolución es positiva y representa un crecimiento en torno a un 1% del número total de empresas del municipio de Irun». Sin embargo, desde Erabat aprecian que en el informe tiene reflejo la desaparición de trabajadores autónomos. «Al desglosar esos datos se aprecia que la diferencia entre las altas y las bajas de IAE, aún siendo positiva, el porcentaje que representan los autónomos en las bajas es dos puntos superior al que representan los autónomos en el número de altas». Aún es pronto para determinar las razones socio-económicas que han derivado en esta situación, pero podría ocurrir que estuviera teniendo lugar cierto cambio de planteamientos hacia la creación de empresas algo mayores en detrimento de trabajadores autónomos independientes.

Fuente: Diputación Foral/Erabat

* Datos de los meses de noviembre