El número de irundarras sin empleo inscritos en las oficinas de Lanbide volvió a caer el mes pasado, como ya había ocurrido en abril y marzo. Son fechas propicias para la mejora de los datos del paro, como lo son también los próximos meses.

Con los resultados de mayo, que dejaron en Irun 172 solicitantes de empleo menos, la ciudad baja de los 4.000, concretamente hasta los 3.927 (13,5% de tasa). En diciembre de 2016 ya se redujo la cifra hasta los 3.999, pero enero la elevó de nuevo por encima del cuarto millar. Los meses estivales ofrecen ahora la posibilidad de que la ciudad consolide un dato de paro que no se veía desde finales de 2008, cuando la crisis empezó a arreciar con fuerza. Desde entonces hasta hoy, el número de irundarras ha crecido, además, en algo más de 2.000.

Hondarribia redujo también su lista de desempleados en mayo, en su caso en 14 personas, para dejar el total en 681 (8,5% de tasa). La suma comarcal queda así en 4.608 demantantes de un puesto de trabajo, muy lejos de los 5.202 que había hace exactamente un año.

Esta significativa mejoría no ha sido exclusiva de la comarca, si bien es cierto que el Bidasoa la ha sentido por encima de las medias vasca y guipuzcoana. De esta forma, por segundo mes consecutivo, la bidasotarra evita ser la comarca del territorio con la tasa de paro más alta del territorio, una posición que ha ocupado prácticamente en todo momento desde que comenzó la crisis, incluso antes de aquéllo. Ahora mismo, el Bajo Deba, con un porcentaje de parados respecto a la población activa del 12,58% ostenta la mayor tasa. Bidasoa está en el 12,27% y, por debajo, Oarsoaldea, con el 11,51%.

El acto de clausura de la Agenda 21 Escolar del presente curso se celebró ayer en la Sala Capitular del Ayuntamiento. Una representación de los 5.200 escolares iruneses que han participado en el programa presentaron ayer el trabajo realizado y sus conclusiones ante el delegado de Desarrollo Sostenible, Miguel Ángel Páez, al que trasladaron también una serie de peticiones fruto de la reflexión que han llevado a cabo estos meses.

La Agenda 21 Escolar, que organiza el área de Desarrollo Sostenible del Ayuntamiento, ha cumplido ya trece ediciones. Cada año, estudiantes de Irun trabajan en sus centros, a través de distintas actividades, un tema relacionado con el medio ambiente y la sostenibilidad. Durante este curso, los alumnos de Dunboa, Eguzkitza, Elatzeta, Hirubide, Irungo La Salle, Toki Alai, Txingudi Ikastola y el instituto Pío Baroja han reflexionado sobre el cambio climático.

Como contaron ayer en el acto de clausura, los niños y jóvenes han realizado tareas como la lectura de libros y el visionado de documentales, con posterior reflexión y debate; han creado murales sobre el tipo de ciudad en el que quieren vivir, han analizado la movilidad y los bidegorris que existen en Irun, han estudiado el efecto invernadero y la huella ecológica y han participado en actividades relacionadas con el medio ambiente con la colaboración de Servicios de Txingudi, entre otras iniciativas. El tipo de tareas realizadas se ha adecuado al curso y ciclo educativo de cada grupo de estudiantes.

Una representación de todos los participantes de la Agenda 21 Escolar celebró un encuentro, hace unas semanas, en Txingudi Ikastola. En ese foro los estudiantes pusieron en común el trabajo realizado y, en base a una reflexión sobre el mismo, redactaron una serie de compromisos que todos ellos han adquirido: utilizar la bicicleta o el transporte público en sus desplazamientos, realizar un consumo más sostenible de energía y agua, separar correctamente cada tipo de residuo...

Asimismo, los escolares acordaron realizar una serie de propuestas al Ayuntamiento, que trasladaron ayer al delegado de Desarrollo Sostenible: impulsar campañas de sensibilización en torno al cambio climático, ampliar la red de bidegorris de Irun o que el transporte público llegue a más lugares de la ciudad fueron algunas de las peticiones.

La sesión plenaria ordinaria dejó una noticia cuando menos atípica ya que los corporativos irundarras, a una voz, aprobaron una moción que instaba al Ayuntamiento de Hondarribia a que retire el proyecto que está desarrollando para el ámbito de Zaldunborda, en la subida a Gaintxurizketa. El Pleno irundarra manifestó su «preocupación por las informaciones que indican una operación comercial de gran impacto» y mostró su apoyo «al comercio urbano de proximidad», así como su «compromiso para su sostenimiento y desarrollo».

Aunque es habitual que por la aprobación de mociones el Consistorio inste a otras instituciones a tomar determinadas medidas o corregir situaciones concretas, no lo es en absoluto que haga lo propio con planes urbanísticos de otros municipios. En este caso, a raíz de una moción sobre la cuestión de Zaldunborda presentada por SPI y Bildu, los grupos negociaron un texto alternativo que, centrado en la defensa del comercio urbano, suscribieron y apoyaron todas las formaciones con representación.

La de Zaldunborda no fue la única moción que debatió el Pleno. Hubo otras cuatro. Entre todas, sumaron más de dos horas de debate que alargaron hasta las 23.00 una sesión que había arrancado a las 19.30. Además de la relativa a Hondarribia, se aprobaron otras dos. En un caso, el PSE negoció con SPI modificar el texto que este grupo había propuesto sobre los cambios para mal, entendían, que la Ley General de Presupuestos del Estado implica en la autonomía de la gestión municipal. El documento pactado halló refrendo en Bildu y PNV (que añadió un matiz en forma de enmienda), no así en el PP, que votó en contra. La tercera moción aprobada la había propuesto Bildu para comprometer al Consistorio en garantizar una educación de calidad e instar a Estado y Gobierno Vasco a que tomen medidas para que así sea. Una enmienda jeltzale al documento original decayó con abstención socialista y oposición de SPI, Bildu y PP, de manera que se votó la versión primera, que salió adelante con los votos favorables de esos tres grupos más el PSE y el voto en contra del PNV.

Las mociones que decayeron fueron la que SPI y Bildu presentaron en nombre de la AVV de Ventas sobre el ámbito Zabaleta y la de Bildu sobre la creación de una Comisión de Euskera específica. Ambas recibieron una mayoría de votos en contra por parte de PSE, PNV y PP.