El ayuntamiento de la ciudad recibió ayer de manos de los representantes de la Asociación Vasca de Criminólogos la segunda edición del Premio Nacional de Criminología que otorga esta entidad. Es un reconocimiento expreso a la operación antidroga que la Policía Local realizó en Behobia hace un año con un saldo de 21 detenidos y que en los meses posteriores derivó en otras ocho detenciones más.

El galardón, en forma de placa, lo que recogió ayer el alcalde, José Antonio Santano, en un acto que tuvo lugar en la Sala Capitular del consistorio. «En un ayuntamiento estamos más acostumbrados a recibir críticas que premios, así que nos hace mucha ilusión», agradeció el primer edil, que inmediatamente recordó que el reconocimiento que él estaba recibiendo «es en realidad de la gente que está sentada aquí» y citó a los agentes que pusieron en marcha y desarrollaron la operación; al actual jefe de la Policía Local; a su antecesor en el cargo; a la concejal delegada, Lourdes Larraza, y, aunque no estaba presente, a su predecesora Goizane Álvarez. «La tarea de la Policía Local es muchas veces de fondo y puede resultar difícil de entender en muchos casos. Recuerdo que cuando se estaba gestando esta operación, los agentes me pidieron paciencia, porque es muy importante dedicar el tiempo necesario a la investigación. Es un trabajo que no se ve, pero necesario para que luego lleguen los resultados. Por eso un premio como éste, que valora ese trabajo callado que se realizó, es muy importante», insistió Santano.

El presidente de la Asociación Vasca de Criminología, Antonio García Chazarra, y la profesora e investigadora de la UPV, Isabel Germán, fueron los representantes de la asociación que se acercaron hasta Irun para hacer entrega del premio. García Chazarra señaló que «da gusto trabajar con el Ayuntamiento de Irun porque os adelantáis a todo», mientras que Germán fue la encargada de explicar con mayor detalle la colaboración a la que se refirió el presidente. «Este premio es también un reconocimiento a la implicación que este ayuntamiento tiene con la criminología y los criminólogos», aclaró.

Según indicó la investigadora, más allá de consultas para casos concretos que ponen en contacto a miembros de la Policía Local y de la Asociación Vasca de Criminólogos. «Para nosotros es un placer porque hemos podido aprender mucho, además de aportar lo que sabemos, nos llevamos también mucho conocimiento». Algo similar ocurre con los alumnos de Criminología, que «tienen la oportunidad de hacer prácticas de 250 horas en la Policía Local de Irun, de donde vuelven muy satisfechos porque es la sinergia entre la teoría que saben y la práctica real». Tanto García Chazarra como Germán agradecieron la apuesta del alcalde por abrir la ciudad a los criminólogos y reivindicaron la labor que éstos pueden aportar en una policía «cercana, de proximidad, como son las policías locales. Pero no sólo ahí. Para un ayuntamiento, los criminólogos pueden encajar en servicios sociales, en reinserción social, conflictos de ámbito escolar o de relaciones de pareja...»

Tanto Santano como el resto de los participantes en el acto dedicaron palabras de recuerdo a Antonio Beristain, fundador del Instituto Vasco de Criminología e impulsor de la Asociación Vasca de Criminólogos.