La Casa Nabartenea, sede de EAJ-PNV, acogió esta semana una mesa redonda sobre seguridad ciudadana. En la misma participaron el portavoz jeltzale en Irun, Xabier Iridoy; el viceconsejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Josu Zubiaga; el director de Coordinación de Seguridad, Rodrigo Gartzia; y el director de la Ertzaintza, Gervasio Gabirondo.

La sesión comenzó con la exposición, por parte de Josu Zubiaga, del trabajo que lleva a cabo la Ertzaintza y de cómo ETA ha marcado su labor a lo largo de los años. «La Ertzaintza se creó con un concepto claro de servicio a la sociedad vasca. Empezó a trabajar con vocación de policía integral, de Euskadi y para Euskadi. Determinados hechos marcaron profundamente la forma de trabajar y de relacionarse con la sociedad; evidentemente, hablo de ETA y de la amenaza directa a los ertzaintzas», explicó Zubiaga. Tras el anuncio del cese definitivo de la violencia, «hemos hecho una apuesta por recuperar los valores fundacionales de la Ertzaintza». Las claves del plan estratégico puesto en marcha, subrayó Josu Zubiaga, residen en «la prevención, la seguridad ciudadana y la inteligencia e investigación», además de «la mejora continua y la colaboración con las policías municipales».

Gervasio Gabirondo, por su parte, se refirió a las estadísticas delincuenciales de Irun, comparando las del año 2013 con las de 2014. El año pasado se cometieron en Irun un total de 2.577 delitos, un 7,5% menos que en 2013, cuando fueron 2.771. En lo que se refiere a la media de delitos y faltas por cada 1.000 habitantes, el año pasado la tasa de Irun fue de 42,11. Es superior a la media de Gipuzkoa (32,8) pero inferior a la de Bizkaia (44,19). «Vamos mejorando, pero queda recorrido».

Gabirondo desglosó también los delitos cometidos según su tipología: los robos en viviendas se redujeron el año pasado, pasando de los 140 de 2013 a los 77 de 2014. No obstante, aumentaron los delitos clasificados como robos en inmuebles que no son viviendas, que subieron un 4%, de 286 a 297. «El incremento se ha dado fundamentalmente en garajes y trasteros, donde suele haber menos vigilancia y protección. Es un tema que debemos tener en cuenta».

Los hurtos aumentaron ligeramente (de 181 a 190), pero hubo un descenso acusado de las estafas (de 104 a 33). Bajaron también las agresiones sexuales (de 14 casos a 5) y las lesiones (de 48 a 39); pero subieron los robos con violencia o intimidación de 37 en 2013 a 40 en 2014. Los robos de vehículos, por otra parte, se redujeron de 37 a 19. En cuanto a los casos de investigación de tráfico de drogas, aumentaron de 12 a 16. Los casos de conducción bajo los efectos del alcohol o las drogas crecieron de 107 a 136.

Gervasio Gabirondo recordó que «Irun tiene una característica especial, que es su ubicación fronteriza», y que conlleva situaciones distintas a las de otros municipios. «Nos tenemos que volcar en aspectos que en Irun tienen una repercusión especial», afirmó, «como el tema de las drogas y la conducción».


Rodrigo Gartzia, Xabier Iridoy, Josu Zubiaga y Gervasio Gabirondo, durante la sesión. / F. DE LA HERA

Cuenta Karmentxu Oronoz que cuando supo que este año se le iba a conceder el premio Argoiak «fue una alegría, pero a la vez me daba un poco de vergüenza... ¡Si yo ya recibo tanto con lo que hago, que me da la sensación de que siempre me estoy llevando premios!». Lo que Karmentxu Oronoz hace es impartir talleres de corte y confección a las presas de Martutene, en Cáritas, también en la Asociación Argoiak... Pero en realidad, son mucho más que talleres de costura: eso queda claro en la pasión con la que habla de su labor y de las mujeres, «y también algún hombre» que asisten a sus clases.

Karmentxu Oronoz nació en Hondarribia y vino a Irun cuando se casó, a los 29 años. «De chavala estudié un secretariado, pero me tuve que quedar en casa porque allí hacía falta. Éramos bastantes hermanos, y antes era costumbre que una de las hijas se quedara en casa echando una mano a la madre. Yo había aprendido mecanografía, taquigrafía, contabilidad... Pero precisamente porque me quedé a trabajar en casa, también empecé a ir por las tardes a estudiar corte y confección y me saqué el título. Luego, todo fue surgiendo».

Y surgió precisamente por aquello que da tanto valor a la labor de Karmentxu Oronoz: «me llamaba el ayudar, el hacer algo desinteresadamente. Si tú lo buscas, la vida te da las ocasiones y van surgiendo oportunidades». Esa es una idea que Karmentxu intenta transmitir en sus talleres, el dar a sus alumnas «la oportunidad de que ellas también hagan algo por los demás».

Su andadura comenzó colaborando con Cáritas en la parroquia de Behobia, donde impartió sus primeros talleres de costura gratuitos: «empezamos trabajando con telas que nadie quería. Hacíamos colchas, vestidos, baberos...». Y siguen en ello. Karmentxu Oronoz invita a este grupo de Behobia «a todas las mujeres inmigrantes que quieran venir. Se crean amistades muy buenas y es una forma de integración, de transmitirles que son una más. Muchas han aprendido a coser y ahora tienen su propia máquina». Porque Karmentxu, además, repara máquinas de coser: «es algo que me encanta. Cuando termino de arreglarlas, se las doy».

Además del que imparte en Argoiak, Karmentxu ofrece talleres también a las presas de Martutene: «esta misma semana he estado en la cárcel con chicas recién llegadas, jóvenes, estaban tristes. Con el taller les das la oportunidad de olvidarse de todo durante un ratito, les animas... Y no sabes cómo te lo agradecen, con una alegría». Karmentxu habla con verdadero cariño de sus alumnas: «con lo que están pasando... La verdad es que ponen mucho de su parte».

Al preguntarle por los talleres que imparte en la Asociación Argoiak, la sonrisa nace espontánea: «mira, mira, mira... Tengo en el grupo a profesoras, enfermeras, oficinistas, madres... ¡Una gente estupenda! Es que nos queremos un montón. Somos mujeres distintas, pero nos une la costura. Todas dicen que les relaja mucho, se cogen esas dos horitas y salen más contentas».

Ella lo tiene claro: «hacer algo por los demás te hace superarte a ti misma. Muchas veces estás cansada, te duele la espalda... Te apetecería quedarte en casa, pero piensas en los demás y vas a por ello. Te superas. Y además, haces que el mundo sea más agradable para todos».

Karmentxu Oronoz reivindica también la necesidad de llevar una vida activa y en la que no falten las relaciones sociales: «hay gente que, aunque mayor, está muy bien y puede seguir haciendo cosas. Algunos están muy solos, y encontrarse al menos una vez a la semana con un grupo les puede aportar mucho».

Ella es el mejor ejemplo de que no hay que perder las ganas de seguir aprendiendo: «hablo árabe», confiesa. «En mi primer viaje a Marruecos, hace nueve años, sentí que tenía que aprenderlo, que algo me impulsaba a ello. Me decían que por qué no probaba mejor con el inglés. Pues porque lo que yo quería era aprender árabe...». A día de hoy, «escribo, leo y hasta canto» en este idioma.

Hoy a mediodía recibe el premio Argoiak, un galardón que concede la asociación en el marco del Día Internacional de la Mujer. «Para mí es natural el ir aprendiendo cada vez más y ser autónoma, no tener que depender de nadie. Siempre les digo a las chicas que tienen que ser capaces, autónomas. No hay por qué estar pidiendo favores, tenemos capacidad de aprender. Y nada de hacerse las víctimas», afirma.

Karmentxu Oronoz, durante el taller de costura que imparte en la Asociación Argoiak. / F. DE LA HERA

Una de las claves del plan estratégico emprendido por la Ertzaintza reside en una mayor colaboración con las policías locales. A ello se refirió Rodrigo Gartzia, como director de Coordinación del departamento de Seguridad.

Irun es uno de los seis municipios de Euskadi que supera los 50.000 habitantes, junto a las tres capitales, Barakaldo y Getxo, «por lo que hacemos un seguimiento especial. La suma de esas seis ciudades supone el 57% de los efectivos de las policías locales de Euskadi». Rodrigo Gartzia se refirió al concepto de la policía vasca, que supone «un trabajo colaborativo entre la Ertzaintza y las policías municipales. Hay unas labores de coordinación en las que hemos avanzado, y en el caso de Irun y Hondarribia, desde el año 2007 tenemos suscrito un protocolo de colaboración operativa».

Posteriormente, en el año 2012, se suscribió el denominado 'convenio tetra', «que se traduce en un sistema troncal y común de comunicaciones por radio. ¿Qué supone eso? Que el departamento de Seguridad tiene un único sistema de comunicación por radio, exclusivo y para dos ámbitos: el de las emergencias y el policial». También existen convenios para el análisis de drogas o para las pruebas dactilares. «Son cuestiones que van en beneficio de una mejor coordinación».

Gervasio Gabirondo subrayó también que «no sólo queremos dar las cifras» de los delitos cometidos, «porque sabemos que detrás hay víctimas y una percepción de riesgo sobre la que debemos trabajar. Queremos hacerlo cada vez mejor pero la Ertzaintza llega hasta donde llega. De ahí los esfuerzos que estamos planteando y la necesidad de sumar cada vez más con las policías locales», pero también de colaborar «con las asociaciones que tiene el territorio y con cada ciudadano. Necesitamos de vosotros y estamos dispuestos a ayudar y a dar pasos en este sentido».

Dos jóvenes de 23 y 21 años de edad fueron han sido detenidos este viernes en Irun por un presunto delito de tráfico de marihuana y, en relación con una reyerta que, por este motivo, se registró el jueves entre varios jóvenes, en la que uno de los implicados resultó herido, al parecer, por arma blanca.

Según el Departamento de Seguridad, los hechos se desencadenaron este pasado jueves por la tarde en el barrio de Ventas de Irún. Varias patrullas de la Ertzaintza se movilizaron hacia el lugar donde un joven presentaba heridas supuestamente producidas por un arma blanca. Una ambulancia medicalizada le trasladó al hospital.

En la zona del incidente los agentes localizaron en unos arbustos dos bolsas que contenían cada una aproximadamente medio kilo de cogollos de marihuana. La investigación del incidente se centró en una presunta transacción de droga, en la que participaron varias personas y en la que un presunto implicado resultó herido.

Como resultado de las primeras averiguaciones, este viernes los agentes detuvieron en Irun a dos jóvenes por un presunto delito contra la salud pública. Uno de ellos era el propio herido en el suceso. Por su parte continúan las investigaciones para esclarecer todo lo ocurrido e identificar a otros implicados. Los dos detenidos han pasado a disposición judicial.