La campaña 'Caravana vasca con el Sahara, alimenta una esperanza', que responde al llamamiento de la Media Luna Saharaui y de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis (UNMS) cumple este año su décima edición. La Asociación de Amigos del Sáhara en Txingudi Tadamum es la encargada de coordinar la caravana solidaria en la comarca del Bidasoa, en colaboración con el Ayuntamiento de Irun.

Voluntarios de esta asociación recogerán hoy viernes y mañana sábado los alimentos y productos higiénicos requeridos para esta campaña: azúcar, arroz, pasta, legumbres, atún, sardinas en aceite y compresas. La entrega se puede realizar en los siguientes supermercados colaboradores: Alcampo, BM-Anzarán, BM Anaka, BM San Miguel, BM Serapio Múgica, Netto Mendibil, Eroski-Consum (Juan Arana), Eroski Center Pinudi (Calle Pinar) y Super Amara. El Ayuntamiento contribuirá con la compra de un palet de arroz y Alcampo donará un palet de azúcar. Los productos recogidos serán enviados en camiones de segunda mano que conformarán la Caravana Solidaria organizada por la Coordinadora Vasca de Organizaciones Solidarias con la R.A.S.D., con destino a los campamentos de refugiados saharauis en Tindouf, cuya salida está prevista en febrero.

Además de los supermercados citados,los centros escolares Leka-Enea, Belaskoenea, LH Dumboa, San Vicente de Paúl, Ikastola Txingudi, Elatzeta y Toki Alai LH y DBH han colaborado también en esta campaña de recogida de alimentos y productos higiénicos.

La Caravana vasca con el Sáhara cumple este año su décima edición, lo que quiere decir «que llevamos diez años organizándola, con el mismo problema sin resolver», señala Miren Olaskoaga, representante de Tadamum. «El ACNUR tiene que mantener a los refugiados saharauis con vida, pero tiene que hacer su reparto. Son muchos los conflictos a los que tiene que atender y ahora mismo hay una situación terrible en Siria. Los alimentos que nosotros mandamos desde la comarca del Bidasoa son una gota de agua, pero contribuyen al mantenimiento de los refugiados. Hay que dar de comer a 200.000 personas todos los días del año».

En los campamentos de Tindouf (Argelia), «no vale el 'dales una caña para que aprendan a pescar'. Hay otros lugares donde la tierra es más acogedora, pero ellos están en el desierto. No se puede cultivar nada, ni se pueden criar animales. Sólo tienen unas pocas cabras asfixiadas por el calor. La situación es así de dura: o se les da de comer, o se extinguen como pueblo», añade Miren Olaskoaga.

Al contrario de lo que se pudiera temer, la crisis económica no ha producido una merma en la recogida de alimentos para el Sahara en los últimos años. En 2013, si ir más lejos, la cantidad de alimentos entregados aumentó con respecto al año anterior. «Se ha visto que en tiempos de crisis, brota más el sentimiento solidario, porque tenemos más presente a la gente que lo está pasando mal».

Además de coordinar la campaña 'Alimenta una esperanza', la asociación Tadamum ha hecho un llamamiento para encontrar familias de la comarca dispuestas a acoger a una niña o un niño saharaui dentro el programa Vacaciones en Paz, el próximo verano. Son niños y niñas de entre 7 y 12 años, procedentes de los campamentos de refugiados de Tindouf. A Irun llegarán 10 niños y faltan dos familias de acogida. Las personas interesadas pueden ponerse en contacto con Tadamum en el teléfono 666 50 13 50 o a través de Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla

Finalmente los pensionistas no perderán poder adquisitivo en 2014, primer año en que estas prestaciones han subido en función del nuevo sistema de cálculo establecido por el Gobierno, que no tiene en cuenta el IPC, como ha sucedido hasta la fecha.

El dato adelantado de inflación conocido el viernes señala que el coste de la vida subió en España en 2013 un 0,2%, mientras que las pensiones lo han hecho un 0,25% (el mínimo que recoge el nuevo modelo), por lo que incluso se produce una mínima mejora de la capacidad de compra del 0,05%. Con el modelo anterior, las pensiones habrían subido en 2014 un 0,2%, dado que la inflación se situó también en esa cifra en noviembre, mes que hasta la reforma se utilizaba como base para elevar las pensiones.

A partir de este año, las pensiones ya no dependerán de la evolución de los precios, sino del llamado Índice de Revalorización, que determinará la subida anual mediante una fórmula que tiene en cuenta los ingresos y gastos de la Seguridad Social en un horizonte de once años (los cinco pasados, el vigente y cinco futuros). Ahora bien, se establecen unos topes mínimos y máximos. El mínimo es el 0,25% que subirán las prestaciones en momentos de dificultades, como el actual. En épocas de bonanza y de superávit, las pensiones podrán subir un máximo del IPC+0,5%.

Con la llegada del nuevo año ha entrado en vigor la segunda etapa del proceso de alargamiento progresivo de la edad de jubilación, que llevará a los ciudadanos españoles a jubilarse a los 67 años en 2027, frente a los 65 establecidos hasta 2012. Así, quienes quieran retirarse a lo largo de 2014 con el 100% de la pensión que le corresponde, deberán tener ya 65 años y dos meses de edad o haber cotizado a la Seguridad Social durante al menos 35 años y medio. Algo más que los 65 años y un mes de edad o 35 años y tres meses de cotización exigidos en 2013 y que los 65 años años de edad o 35 de cotización establecidos hasta la reforma aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy. Se trata de un proceso progresivo que concluirá en 2027, cuando para jubilarse con la totalidad de la pensión hara falta tener 67 años o haber contribuido al sistema durante 38 años y medio.

El calendario es claro. Calcular qué edad exacta deberá tener un trabajador que aspire a jubilarse en los próximos 15 años o, en su defecto, cuántos años de cotización deberá demostrar es sencillo (ver gráfico adjunto). La edad de jubilación general, para quienes no hayan cotizado el tiempo suficiente, se retrasa un mes cada año, en una cuenta que se inició en 2013 (por eso para 2014 está establecida en 35 años y dos meses). A partir de 2019, el salto pasa a ser de dos meses por año transcurrido.

Quienes acumulan una larga vida laboral podrán seguir retirándose en el momento de cumplir los 65, aunque en este caso también el requisito es un poco más exigente cada año que pasa. Si hasta 2012 se exigían para ello 35 años cotizados, el año pasado se pidieron 35 años y tres meses, y en este 2014, 35 años y medio. La deducción es igual de simple: el periodo de cotización necesario para poder retirarse a los 65 aumenta tres meses por cada año que pasa, hasta llegar a los 38 años y medio en 2027.

Si se retrasa la edad legal de jubilación, también lo hace la del retiro anticipado. Como hasta ahora, la jubilación anticipada voluntaria podrá realizarse dos años antes de la edad legal de retiro. Si esta se va prolongando paulatinamente, la de las prejubilaciones también lo hace en paralelo. Así hasta que en 2027 la prejubilación voluntaria quede establecida en un mínimo de 65 años. Para acceder a esta figura se necesita un mínimo de 35 años de cotización, y por cada trimestre de adelanto respecto a la edad oficial del momento, la pensión sufrirá una penalización, de carácter progresivo, que va desde el 2% de la base reguladora si se han cotizado menos de 38,5 años hasta el 1,625% cuando se superen los 44,5 años.

En el caso de jubilaciones forzosas, podrán realizarse hasta cuatro años antes de la edad legal de jubilación. La edad mínima exigida pasará paulatinamente de los 61 a los 63 años en 2027. Son necesarios 33 años de cotización como mínimo. La penalización será también progresiva, e irá desde el 1,875% por trimestre adelantado para menos de 38,5 años de cotización al 1,5% para más de 44,5 años.

Por último, las jubilaciones parciales podrán consistir en una reducción máxima de la jornada del 50%, que puede ser del 75% cuando vaya acompañada de un contrato de relevo con un trabajador más joven, indefinido y a tiempo completo, y por un tiempo al menos superior en dos años a la fecha en que el jubilado alcance la edad legal de retiro. El periodo mínimo de cotización se eleva a 33 años y la antigüedad mínima en la empresa debe ser de seis años.

Otra de las novedades de la reforma impulsada por el Ministerio de Empleo que dirige Fátima Bañez es la posibilidad de seguir trabajando al mismo tiempo que se cobra una pensión. Lo que el Gobierno ha llamado jubilación activa. Para ello será necesario haber cumplido la edad legal de retiro y alcanzar el 100% de la base reguladora. Quienes opten por esta solución percibirán el 50% de la pensión mientras sigan activos, y pasarán a cobrar el 100% al retirarse definitivamente. Mientras compatibilicen ambos ingresos, cotizarán a la Seguridad Social el 8% (6% la empresa y 2% el trabajador) más la correspondiente a contingencias profesionales. Pueden acogerse a esta fórmula asalariados y autónomos, a tiempo completo o parcial. Solo está vetada para los funcionarios públicos, quienes si quieren compatibilizar pensión y trabajo tendrán que hacerlo en el sector privado.