La Oficina Municipal de Información al Consumidor, conocida por sus siglas como OMIC, es un servicio del Ayuntamiento adscrito al SAC y con la función de atender personalizadamente a los ciudadanos en cuestiones relacionadas con el consumo: «consultas, peticiones de información o ayuda para presentar reclamaciones por cualquier compra, factura o servicio contratado en su vivienda», explicó el delegado de Sociedad de la Información, Pedro Alegre. Acompañado por el responsable de la OMIC, Mikel Zabaleta, el concejal dio a conocer ayer la memoria del servicio y los datos recogidos durante el pasado año.

A lo largo de 2017, «la OMIC estableció una nueva marca de atenciones con 2.167», señaló Alegre, «con un incremento importante respecto al año pasado, un 16%». A la hora de relacionarse con este servicio, el canal de comunicación preferente para los irundarras sigue siendo «el presencial, en las oficinas del SAC, utilizado en el 60% de las atenciones realizadas». Las consultas mediante correo electrónico suponen un 23% y las llamadas teléfonicas, un 16%.

Por temas, la telefonía es, como siempre, lo que más ciudadanos acerca al servicio, «aunque el año pasado bajó el número de atenciones en este sector», señaló Zabaleta. Lo que sí subió y sin duda impulsó las cifras de atenciones de 2017 en la OMIC, fueron las consultas y las peticiones de información relacionadas con dos cambios que afectan a los servicios bancarios. «A finales de 2016 hubo una sentencia del Tribunal Supremo que condenaba a los bancos a devolver los gastos en la constitución de hipotecas. A los pocos días, el Gobierno aprobó un decreto sobre cláusulas suelo». La oleada de consultas fue sensible, pese a que la OMIC colgó en la web «información y tutoriales sobre cómo hacer las reclamaciones», que, para estos casos, «no se pueden tramitar desde la oficina», explicó Zabaleta, «pero sí explicamos a la gente cómo tiene que hacerlo». Esa información en la web disparó las visitas a la misma, que en 2017 se fueron, por primera vez, más allá de las 20.000, hasta las 20.938.

Un súbdito lituano ha sido interceptado por agentes de la Guardia Civil en el puente internacional de Santiago de Irun cuando se disponía a cruzar la frontera con Francia en taxi con medio millón de euros sin declarar.

Según informa este martes el Ministerio del Interior en una nota, los hechos se produjeron el pasado lunes cuando agentes del instituto armado sorprendieron en un control fronterizo al ciudadano extranjero que llevaba el dinero en billetes de veinte euros, repartidos entre una maleta y una mochila.

Después de que el hombre no pudiera justificar la procedencia de la importante suma que llevaba consigo, los policías intervinieron el dinero dado que no pudo presentar ningún tipo de declaración de salida de divisas, por lo que los agentes levantaron un acta por infracción a la Ley 19/2003 sobre movimientos de capitales.

El dinero intervenido fue ingresado en la cuenta de depósitos de la Agencia Tributaria, a la espera de que eventualmente el hombre pueda justificar su procedencia.