M ucho han cambiado Irun y Hondarribia desde que hace 25 años, con la eliminación de las fronteras internas de la Unión Europea, la economía de ambas ciudades sufrió una dura crisis. Fue entonces cuando se creó la agencia de desarrollo económico de la comarca, Bidasoa Activa. Una agencia que elaboró su primer Plan Estratégico para Irun y Hondarribia un año después, en 1993.
Ese plan se ha ido llevando a la práctica a lo largo de más de dos décadas “y adaptándose, al mismo tiempo, a la realidad socioeconómica de cada momento”, recordaba hace unos días el presidente de Bidasoa Activa y edil de Impulso de Ciudad de Irun, Miguel Ángel Páez.
Pero las cosas han cambiado mucho y también lo ha hecho el funcionamiento y la estructura de Bidasoa Activa, por lo que, argumentaba el edil, “ha llegado el momento de elaborar un nuevo Plan Estratégico, que definirá los campos y las acciones en los que hay que incidir para mantener y mejorar la situación socioeconómica de Irun y Hondarribia, y al mismo tiempo, servirá para adaptar y reformular la propia estructura y el trabajo de Bidasoa Activa, para que la agencia sea lo más útil y eficaz posible en la consecución de esos objetivos”.
Para esto, Bidasoa Activa ha hecho un trabajo de recopilación de información sobre la comarca y sobre cómo trabaja y está organizada la propia agencia. “A partir de ahí, y con el contraste de distintas fuentes, análisis de datos estadísticos y entrevistas con agentes cualificados, se ha elaborado un diagnóstico, que será la base para el Plan Estratégico Comarcal y a partir de ahí, para la reformulación de la propia agencia”, explicaba Miguel Ángel Páez.
SEIS GRANDES ÁREAS Este diagnóstico ha analizado seis grandes ámbitos, como son la caracterización económica de la población en Irun y Hondarribia, el empleo y la contratación, el tejido empresarial, el marco de competencias en el que se ve envuelto el desarrollo de la comarca y el entorno urbano de la economía.
El propio Miguel Ángel Páez, junto con el vicepresidente de Bidasoa Activa y edil de Hacienda y Desarrollo Económico de Hondarribia, Juan Maria Altuna, fue el encargado de desgranar los datos que ha arrojado este diagnóstico.
“En cuanto a la población, Irun y Hondarribia tienen, en los últimos 15 años, una tendencia positiva de crecimiento vegetativo de la población, con más jóvenes y con una mayor tasa de población extranjera (un 7,8%); todo ello por encima de las cifras de Gipuzkoa y del conjunto de la CAV”, explicó Páez, quien añadió que además “la población de Irun y Hondarribia destaca por su buena formación (el 22% tiene estudios medio-superiores o superiores) y por disponer de una oferta educativa amplia, integral y diversificada” .
Ademas, “al igual que en el resto de Gipuzkoa, se observa un aumento en la población que recibe algún tipo de prestación social”, explicó Páez.
DESEMPLEO HISTÓRICO En el capítulo del empleo y la contratación, “esta comarca ha tenido históricamente una tasa de paro superior a la media de Gipuzkoa y la CAV”, recordaba el presidente de Bidasoa Activa. No obstante, “y tras alcanzar el techo de un 18% de paro en el año 2013, la salida de la crisis que arrancó en 2008 está siendo mejor, porque aunque aumenta la población, la tasa de paro ha ido bajando hasta el 12,9% y se recupera la afiliación a la Seguridad Social, con 23.152 personas en empresas de Irun y Hondarribia”.
En cuanto al tejido empresarial de la comarca, eran 6.731 los establecimientos que lo conformaban según los datos del año 2015, dando empleo a 24.947 personas, de las que el 82,5% trabajaban en Irun y un 17,5% en Hondarribia.
Por tipología de actividad, “los servicios siguen siendo, con el 72%, la actividad de más peso, vinculada sobre todo al comercio, la hostelería y el transporte, y la industria tiene un peso del 16% (lejos del promedio guipuzcoano del 29%)”, explicaron Páez y Altuna.
Además, este diagnóstico para el Plan Estratégico Comarcal señala “al turismo como sector dinámico y con potencialidad de desarrollo”, destaca “la oferta amplia y diversificada del comercio, con riesgo de pérdida de poder de atracción” y al sector primario y la producción local, que genera un valor bruto añadido del 6,2%, como “uno de los ejes relevantes para el empleo y el desarrollo local en Hondarribia”. En Irun, a su vez, “el transporte y la logística dan empleo a 2.952 personas y siguen teniendo un protagonismo claro”.
En cuanto al entorno urbano económico, el estudio destaca “la aportación al tejido económico de la escuela de diseño Kunsthal, Mondragon Unibertsitatea o Ficoba; la importante demanda de suelo para actividades económicas o el potencial, a medio y largo plazo, de las operaciones de Zubieta-Urdanibia y el espacio ferroviario de Irun”.
Por último, en el marco competencial, Bidasoa Activa afrontará en su nuevo Plan Estratégico “los profundos cambios en la estructura organizativa de Iparralde una necesidad de alianzas estratégicas, con otras comarcas e instituciones, para el trabajo transfronterizo”
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Altuna y Páez presentaron el diagnóstico en El Espazio.