El aeropuerto de Hondarribia renueva su terminal. Esta vez le han tocado al pavimento, los accesos y los sistemas de agua y calefacción, unas obras en las que AENA invertirá 894.420 euros, según el importe de la adjudicación de los trabajos. Las instalaciones aeroportuarias han ido cambiando de cara en los últimos años y han mejorado fachada, aseos, salas de embarque y cafetería.

El turno le toca ahora a la planta baja, donde se actualizarán los accesos, tanto en el lado tierra (donde esperan los pasajeros y acompañantes) como en el lado aire (solo para los pasajeros que aterrizan o despegan), según los datos aportados por la empresa gestora aeroportuaria. En concreto, la superficie que se renovará se extiende a lo largo de 2.730 metros cuadrados. Aprovechando que se tiene que levantar el antiguo suelo, se actualizará la red de saneamiento. La renovación de los accesos se producirá sobre los dos principales, uno frente al vestíbulo de llegadas y el otro, frente al de salidas. Las obras fueron licitadas por un importe de 931.005 y adjudicadas por valor de 894.420 euros.

La infraestructura completa así la renovación de sus instalaciones, que acumula ya una larga lista de intervenciones de forma y de fondo. La más determinante en la operatividad ha sido el recorte de la pista, una obra realizada para cumplir con las exigencias de seguridad de Europa. El visto bueno necesario se obtuvo a finales del año pasado. La pista ha pasado de tener 1.754 metros de longitud a los 1.427 actuales, un recorte que ha tenido sus consecuencias, y que se ha intentado mitigar con el ranurado del asfalto, otra de las obras llevadas a cabo en la infraestructura en los últimos tiempos.

Estos trabajos terminaron el pasado mes de diciembre, y el resultado se comprobó con los vuelos regulares a partir de enero, sin margen para que las compañías pudieran cerrar su oferta de verano, lo que ha dejado este año a Hondarribia sin los dos destinos estivales de los últimos años: Londres (en el aeropuerto de Luton) y Palma de Mallorca, ambos operados por Air Nostrum. Con las actuales dimensiones de la pista, no es posible utilizar los reactores CRJ200 con los que la compañía enlazaba en verano las rutas con Reino Unido y las islas Baleares desde Gipuzkoa. El tumultuoso año de obras no pasó factura al volumen de pasajeros. En 2017, se logró un 6,6% más de pasajeros. En lo que va de año, el balance deja un 10% más de viajeros de media.

Durante la sesión plenaria, Maite Varela, en representación del colectivo Erretxinduak, intervino desde el público para explicar la recogida de firmas ciudadanas que habían realizado para solicitar que el parque infantil que se prevé construir en la plaza Juan Vollmer se denomine Nagore Laffage: «que el nombre de Nagore y su mensaje del 'no es no' queden para siempre». Acompañó sus palabras con las más de 3.600 firmas que el colectivo ha recogido y que puso sobre la mesa de la secretaria municipal. El alcalde le confirmó la sintonía de la Corporación con la propuesta y que la trasladarán a la Comisión de Denominación Calles para que siga el cauce que procede para su aprobación.