El aeropuerto de Hondarribia ha visto como desde el pasado 17 de agosto se han desviado ocho vuelos, se han cancelado dos y se han retrasado 24. Tanto el Gobierno Vasco como Aena aseguran que se tratan de “situaciones previstas” tras la reducción de pista que ha sufrido el aeropuerto, y que se verán solucionadas con el “ranurado” de la misma a partir del próximo 14 de septiembre, casi un mes desde la reducción, “garantizando la operatividad al 100%”. No obstante, la asociación Afodesa, creada para defender el aeropuerto, denunció ayer estos desvíos y retrasos, que han afectado a más de 3.000 viajeros, acusando a las instituciones de no haberles comunicado la situación y de “tratar el problema de la pista con falsedad”.
El pasado año la Agencia Europea de la Seguridad Aérea (EASA) notificó a Aena la necesidad de reducir en 300 metros la longitud de la pista, pasando de 1.754 a 1.450 metros, lo que comprometía la presencia de reactores como el que opera la conexión de Vueling con Barcelona. Con el objetivo de “garantizar el futuro” del aeródromo y la garantía de “máxima seguridad”, Aena, Vueling y Ortzibia (la sociedad de promoción del aeropuerto participada por la Diputación, los ayuntamientos de Donostia, Hondarribia e Irun y la Cámara de Comercio de Gipuzkoa) decidieron realizar un pavimentado Grooved de la pista, tras el cual, y a pesar de la reducción y las inclemencias meteorológicas, podrían operar todas las conexiones.
No obstante, desde el 17 de agosto, fecha en la cual concluyeron los trabajos para delimitar las franjas de seguridad y que conllevan la reducción de la pista, y hasta el 14 de septiembre, cuando comenzarán las obras en la fricción del pavimento, el aeropuerto se encuentra en una situación “especial” en la que la meteorología adversa puede generar retrasos, desvíos y cancelaciones como los ocurridos, puesto que con la lluvia y con la reducción de la pista, los aviones no pueden aterrizar ni despegar de Hondarribia y son desviados a Loiu.
Por lo tanto, no será hasta diciembre cuando vuelva a reinar la normalidad en el aeródromo, cuando obtenga la certificación de seguridad. Hasta entonces y mientras duren los trabajos, Air Nostrum, cuyos aviones de turbohélices realizan el trayecto Donostia y Madrid, serán prestados a la compañía Vueling, garantizando de este modo todas las conexiones existentes.
“Nunca se nos ha notificado”
La polémica a la situación actual ha llegado con la denuncia de Afodesa. Desde la asociación se aseguró ayer que en ningún momento se les notificó la posibilidad de que pudieran surgir estos retrasos o desvíos durante el mes que va a pasar desde la reducción de pista hasta el comienzo de las obras.
“No nos hemos reunido con Ortzibia desde enero”, aseguró Yon San Martín, presidente de la asociación,
añadiendo que esta posibilidad “nunca se ha notificado públicamente”.
Afodesa aseguró además que desde el recorte de la pista se han desviado ocho vuelos de conexión con Barcelona al aeropuerto de Bilbao y se han retrasado 24 operaciones de Air Nostrum a Madrid, además de retrasarse otros dos. Por ello, la asociación calcula que 1.200 viajeros se han visto afectados por los desvíos a Bilbao y otros 1.800 por los retrasos y cancelaciones de Air Nostrum.
“La única solución definitiva para el aeropuerto consiste en ampliar la pista”, indicó Afodesa, “de lo contrario, operar en Hondarribia siempre será complejo y, por lo tanto, más limitante y menos atractivo para las aerolíneas”.
Sobre los trabajos de ranurado de la pista, la asociación denunció “la falta de anticipación” de Aena y de Ortzibia, a la que acusó de tratar el problema “con falsedad”.
“Un debate artificial”
Esta denuncia se contrapone con la posición del Gobierno Vasco y de Ortzibia, quienes indicaron que “no hay nada que no éste previsto” y que se trata de “un debate artificial, puesto que el único que lo tiene es Afodesa”.
Asimismo, desde las instituciones aseguraron que los imprevistos hasta que comiencen las obras fueron notificados y anunciados el pasado mes de julio en una rueda de prensa en el propio aeropuerto junto a la presidenta de Ortzibia, Arantza Tapia; el director de Network de Vueling, Manuel Ambriz; y el director de aeropuertos Grupo III de Aena, Julián Cámara.
Desde Aena también se aseguró conocer de antemano posibles retrasos y desvíos a causa del mal tiempo, y se indicó que “la inmensa mayoría de los vuelos están operando con normalidad”.
El ranurado de la pista solo puede realizarse de noche, sin actividad aérea, por lo que desde las instituciones quisieron pedir paciencia y calma. “Los retrasos y las cancelaciones son el mal menor al problema”, indicaron desde el Gobierno Vasco, añadiendo que en todo momento, “prevalece el concepto de seguridad”.
A diferencia de la denuncia de Afodesa, ambas instituciones ven “un gran futuro” para el aeropuerto de Hondarribia, en el que se busca, “con medidas como esta”, buscar nuevas conexiones y posibilidades.
LOIU
