Ekologistak Martxan comunicó ayer su postura sobre la posibilidad de que Beko Errota sea la ubicación para las instalaciones de Plaiaundi si finalmente se acaba descartando Zubieta. «Durante años el Consejo Asesor de Planeamiento trabajó el futuro del valle de Olaberría y de forma unánime, agrupaciones sociales y políticas, acordamos que sería protegido en su integridad, que los únicos usos serían de actividad rural y de defensa del medio natural y que el límite sur en la urbanización de la ciudad sería la A-8», recordó la entidad. Tras conocer que Beko Errota puede ser el Plan B, señaló que «dicha ubicación está incluida en el Plan Especial de Protección del Valle» y que en su día «se descartó por su enorme impacto ambiental y por estar al sur de la autopista». Para EM es «una ocurrencia grave, ya que intenta romper un consenso que costó mucho conseguir y demuestra la falta de compromiso del equipo de gobierno con la protección del medio natural. Existen otras alternativas para el traslado», sentenció el grupo ecologista.

El Plan B para el traslado de las pistas de Plaiaundi sigue dando que hablar. El grupo municipal de EH Bildu valoró ayer que esa ubicación «puede traer graves consecuencias para la ciudad, no sólo por su complicación técnica, sino porque es un ámbito que necesita de especial protección» por formar parte del valle de Olaberria.

Desde Bildu solicitaron ayer al PNV que no cometa «un error histórico» apostando por Beko Errota, «una opción que nunca ha sido real». Se refirieron incluso al programa jeltzale, «que reflejaba que este ámbito debía continuar siendo un pulmón verde para la ciudad». Al otro miembro del Gobierno en coalición, el PSE, le achacaron los abertzales «la responsabilidad principal» en este asunto irresoluto del traslado de las pistas de Plaiaundi. «El alcalde Santano ha andado mareando la perdiz desde principios de siglo y así llegamos al verano de 2017, sin visos de solución y bajo amenaza de sanción económica por parte de Europa».

Ante esta situación, Bildu volvió a poner sobre la mesa la posibilidad de San Miguel-Anaka. «Es la mejor ubicación por su accesibilidad y la integración deportiva para la ciudad. Beneficiaría a los vecinos y vecinas del entorno, a los clubes usuarios y al ámbito natural de Plaiaundi». Así, Bildu ha pedido vía registro que se re estudie la opción de San Miguel-Anaka, para lo que solicitarán también una partida en la modificación presupuestaria que debatirá el Pleno la semana que viene. Contrastada esta propuesta de estudio con miembros del gobierno municipal, representantes de Bildu en el Ayuntamiento consideran posible que el análisis pueda acabar llevándose adelante.

En todo caso, la intención de la coalición abertzale es que la decisión última no se tome en el seno del Consistorio, sino que se dé «voz a la ciudadanía una vez que tengamos todas las opciones reales al mismo nivel de concreción». Consideran en Bildu que la elección «por parte de la ciudadanía dé la opción más adecuada» sería el mejor comienzo para el proceso de «trasladar las instalaciones y dar carpetazo al asunto».

Sí se Puede Irun ha sido la primera fuerza política de la oposición en reaccionar al Plan B que el Gobierno baraja como alternativa a Zubieta para el traslado de las pistas deportivas de Plaiaundi. «El Gobierno local sigue apostando por Zubieta y que ésa haya sido su única opción ha provocado una pérdida de tiempo que ahora supone que la alternativa, Beko Errota, se presente con urgencia y de una manera apresurada», señaló el portavoz de SPI, David Soto.

Para fijar su posición definitiva, SPI prefiere esperar a septiembre, «que es cuando nos ha dicho el Gobierno municipal que nos presentará una propuesta más detallada» sobre cómo se realizaría el traslado si finalmente se descartase Zubieta y se optase por Beko Errota. De momento, lo que sí hizo Soto fue referirse a lo que «literalmente ponía en las conclusiones del estudio de posibles ubicaciones para las instalaciones de Plaiaundi que se hizo en 2004, y en el que Beko Errota se descartó 'por estar situada al sur de la autopista y con falta de accesibilidad notoria'»; también porque «es un terreno accidentado», porque la actuación tendría «importantes repercusiones paisajísticas y ambientales y porque requeriría un movimiento importante de tierras». Soto advirtió que esperarán «a la propuesta detallada para ver si algo ha cambiado que ahora la hace viable, pero de momento, no nos lo parece». Lo dijo por los motivos que descartaron la ubicación en su día y «porque es una parcela privada y agrícola y porque requeriría un permiso de Gobierno Vasco y una modificación de usos que alargarían mucho el proceso».

El portavoz de SPI incidió en que si finalmente el Gobierno municipal elige Beko Errota como solución, «debería utilizar la vía que abre el Reglamento de Participación Ciudadana sobre consultas sectoriales de barrio para preguntar su opinión a los vecinos de Olaberria. Es decir, que ese reglamento en el que estamos trabajando todos los partidos y varios agentes sociales, no se quede solo en papel y se materialice».

Más allá de la cuestión de la participación Soto lanzó otra advertencia. «Los sucesivos gobiernos socialistas han mirado para otro lado durante décadas con esta cuestión. Ahora plantean esto con falta de tiempo e improvisación porque en 2019 el Gobierno Vasco va retirar las actuales instalaciones de Plaiaundi. Nos van a pedir a todas las fuerzas políticas que tengamos sentido de responsabilidad y que asumamos lo que no tragaríamos de otra manera. Pero no vamos a tragar si no nos parece asumible». Señaló que «es increíble que ni siquiera se hayan estudiados otras propuestas de otros grupos políticos o de algunos agentes sociales, como San Miguel-Anaka o el espacio ferroviario». Sorprendente le resulta también la postura del PNV, «asumiendo Beko Errota, al sur de la autopista, en lo que ellos llamaban en su programa 'el pulmón verde de Irun'». Soto añadió que «siendo el portavoz jeltzale delegado de Urbanismo y por sus recientes declaraciones sobre que la solución de Plaiaundi es uno de sus ejes para lo que queda del mandato, interpretamos que tienen mucho que decir en esto y no entendemos que su apuesta sea por una zona rural».