IRUN - Los ciudadanos de Irun y Hondarribia vierten a la red de saneamiento de aguas “un kilo de toallitas higiénicas desechables por persona y año, un vertido que ocasiona tapones y averías que suponen un sobrecoste anual de 15.000 euros”, según explicó ayer Leire Zubitur, la gerente de la Mancomunidad de Servicios de Txingudi.
Zubitur dio estos datos durante una visita que realizó junto con los medios de comunicación a las estaciones de bombeo de Gal, en Irun, y de Amute, en Hondarribia.
La gerente de Txingudi recordó, en vísperas del Día Mundial del Agua, que “la ciudadanía debe ser consciente de que no debe utilizar el inodoro como si fuera una papelera, porque hay residuos como las toallitas higiénicas, los restos de comida, aceites, bastoncillos o pinturas, que además de ocasionar problemas de atascos y averías, se tienen que recuperar y llevar después a vertederos, con el coste adicional que eso supone”.
CAMPAÑA En este contexto, Leire Zubitur recordó que Txingudi es uno de los siete consorcios de aguas que participan en la campaña No alimentes al monstruo y dio datos del “problema que suponen las toallitas higiénicas que se tiran por el inodoro, que en algunos etiquetados se dice que son biodegradables pero no en qué plazo; desde luego, no se descomponen en el tiempo que pasan desde que se tiran en casa hasta que llegan a la depuradora de Atalerreka”, afirmó.
“Las averías provocadas por atascos en la red de saneamiento de Irun y Hondarribia, debidas en gran parte al vertido de toallitas, crecieron un 40% entre 2008 y 2011”, relató la responsable de la mancomunidad.
Servicios de Txingudi ha hecho “inversiones para mejorar los tamices que filtran estos residuos, reduciendo los costes por resolución de averías en un 93% y pasando, por ejemplo, de 41 atascos por textiles en la estación de bombeo de Amute en 2013, a solo dos en 2015, pero son los ciudadanos quienes más pueden hacer”, recalcó Zubitur
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