EH Bildu reiteró ayer su apuesta por «una nueva política de vivienda, dejando a un lado intereses económicos y especulativos». La edil Izaskun Sorondo y los miembros de EH Bildu Juan Mª Unanue y Dani Berasategi apostaron por el alquiler social.

EH Bildu señaló que últimamente otros partidos «han incluido en sus reclamaciones el alquiler social» y recordaron que, a consecuencia de las enmiendas de tres grupos de la oposición, en los presupuestos de 2016 se ha incluido «la compra de tres viviendas 'nuevas' para ofrecerlas en alquiler social». Los ediles aseguraron que «nos alegramos por las tres familias» que resulten adjudicatarias de las mismas, pero esto «no es suficiente», subrayaron. «No es suficiente ofrecer estas viviendas de reciente construcción porque no pudieron ser vendidas según los cánones obsoletos de la venta en propiedad de 'los pisos de protección oficial'. No es suficiente ya que de esta manera seguimos dando juego a las constructoras y a la economía del ladrillo».

«No debe ser esta la manera, especialmente teniendo en cuenta que en Irun existen alrededor de 2.000 viviendas vacías. Lo que les ha forzado a proponer el alquiler social es dar salida a las viviendas que se han quedado sin poder vender», para poder «seguir construyendo y saldar las deudas contraídas entre constructoras e instituciones».

Por todo ello, EH Bildu apostó por la creación de un parque de vivienda pública de alquiler social; y propuso varias opciones para dar salida a las viviendas vacías: «trueques, cuando las viviendas pierdan utilidad por antigüedad u otras razones; renovaciones a cargo de instituciones públicas a cambio de su uso durante un tiempo; facilidades al alquiler...» El grupo municipal mostró su «disposición» a trabajar en torno a este tema con otras formaciones políticas y el movimiento asociativo.