Los trabajos para el derribo del pabellón industrial de la parcela número 1 de la calle Aguerre, comenzaron hace ya unas semanas, pero fue ayer cuando se hicieron plenamente notorios. Tras varias jornadas dedicadas a vaciar el inmueble, retirar elementos reciclables y prepararlo para su democilición, los operarios procedieron ayer a las actuaciones propias de derribo de la estructura de este pabellón que, pese a su pasado industrial, ha sido más conocido en los últimos tiempos por haber acogido a Emaús hasta que se trasladó al alto de Arretxe, y a la cooperativa Bidart, que continúa su actividad en el polígono de Araso.

Con la edificación ya vacía, el consistorio autorizó su derribo dentro del plan de actuaciones que comenzó el pasado año, debido a las quejas del vecindario de la calle Aguerre y otros afectados por el retraso continuado en el desarrollo de San Miguel-Anaka. Como respuesta a la situación de fuera de ordenación que padecían viviendas y equipamientos, se modificó el planeamiento consolidando algunos de los edificios. Así, el Ayuntamiento realizó mejoras en el colegio Lekaenea, aprobó un plan de ayudas a la rehabilitación de las viviendas consolidadas, desbrozó huertas y zarzales mejorando el paso de Anaka a San Miguel con un paseo ajardinado, y ahora ha llegado el derribo del pabellón. Existe un compromiso para seguir dando pasos, como una reurbanización de la calle Aguerre, entre otros.