Revelar las fotografías y revelar a Dios. Este es el juego de palabras que ha empleado el fotógrafo irundarra Bixen Vergara para bautizar la exposición que desde este martes puede visitarse en el Museo Diocesano de Donostia. El propio Vergara, acompañado por el director del centro y crítico de arte de NOTICIAS DE GIPUZKOA, Edorta Kortadi, y por el director del Instituto Teológico Pio XII, Mikel Iraundegi, ha presentado la muestra Revelado, que se organiza en torno a un día, desde el amanecer hasta el anochecer.
Combinando imágenes en blanco y negro y en color, y prescindiendo de la práctica digital, el fotógrafo ha intentado captar a Dios en los pequeños detalles del día a día que, siempre, “protagonizan las personas”. En este sentido, el fotógrafo ha explicado que la respuesta a la pregunta “¿Dónde se encuentra Dios?” la halló “en el prójimo”. Ese es el motivo por el cuál sus fotografías están protagonizadas por personas, independientemente del encuadre en el que se muestran.
Detalle de una mujer tejiendo, captada por el objetivo de Vergara. Ruben Plaza
Pasajes costumbristas, retratos bien iluminados y signos de cariño, apoyo y amor han sido captados por una cámara que rebosa intención artística. “En la protección de un padre o una madre, en la amistad, en la vejez, en las pequeñas conversaciones al borde del mar” son lugares en los que se puede revelar el Misterio. Tal es el dominio de la técnica de Vergara, a juicio del director del museo y experto en arte, que de tratarse de una exposición secular, esta no perdería ni un atisbo de “calidad”. “Todo lo que se esconde en lo bello, en lo útil, en casi todo lo cotidiano encuentra el reflejo o la mirada de Dios”, reflexiona el artista.
Revelado ya ha sido vista en Irun y en la catedral del Buen Pastor, y tras su paso por D’Museoa viajará a Villabona, Oria y Oñati. Las instantáneas, ha explicado Kortadi, combinan “un carácter naturalista” de la cotidianeidad retratada, con un “carácter simbolista” que se acentúa con pasajes de la Biblia que acompañan a cada una de las imágenes.
Tres virtudes
A juicio de Iraundegi, la exposición de Vergara reúne tres virtudes. Por un lado, configura un “ámbito contemplativo”, de silencio, difícil en una sociedad llena de ruido como la actual. “Sin contemplación no puede haber revelación”, ha afirmado.
En segundo lugar, ha destacado de Revelado “el diálogo entre la imagen y el texto bíblico” seleccionados por el autor rebosa “fecundidad”. “La exposición es interpeladora, no solo a nivel artístico, sino también a nivel existencial para quien la observa”, ha agregado.
Edorta Kortadi, Bixen Vergara y Mikel Iraundegi, en la sala de exposiciones temporales del Museo Diocesano de Donostia. Ruben Plaza
Por último, ha subrayado que la muestra permite tender un puente “entre la fe y la cultura, entre Dios y el mundo, filosofía y religión”, una conversación que ha estimado necesaria en los tiempos actuales.
Récord de visitantes
Al igual que el resto de centros culturales de la ciudad, que se han visto beneficiados por el incremento del turismo, el Museo Diocesano, ubicado en la basílica de Santa María de la Parte Vieja Donostiarra, también vivió un 2024 récord, en cuanto a visitas se refiere. Según los datos ofrecidos por su director, 61.700 personas pasaron por D’Museoa el pasado año. Según ha detallado, los años anteriores a la pandemia el centro acogía unos 50.000 visitantes de media anual, mientras que en los ejercicios del covid esa cifra descendió hasta los 30.000.