El movimiento artístico irundarra está en plena transformación. De unos años a esta parte, la ciudad ha visto aparecer varias iniciativas ligadas a la creación artística en formatos muy diferentes, desde la iniciativa 'Espacio... por favor' que llegó a tener su propia galería, hasta la feria de arte contemporáneo Arteando en Ficoba, pasando por el colectivo Bitamine y otras muchas cosas más.

El arte local busca su espacio y desde el Ayuntamiento se ha decidido una apuesta en esa línea. Un local municipal de 263 metros cuadrados, en la calle José Antonio Loidi de Palmera-Montero, se está habilitando para convertirse en Irun Factory. Es una iniciativa que nace con el ambicioso objetivo de convertirse en el referente en arte contemporáneo para todo su entorno. Será un espacio formativo y de divulgación y será, sobre todo, un lugar para la producción artística en el que se habilitarán espacios de creación para artistas de distinto signo: artes plásticas, audiovisuales, diseño...

Para que que el próximo 22 de febrero, cuando está prevista su inauguración, Irun Factory se convierta en una realidad, hay tres actores jugando sus respectivos papeles. El Ayuntamiento es quien dispone el local, de propiedad municipal. El Resot, programa transfronterizo de responsabilidad social territorial, aporta la financiación para su habilitación. La parte privada, es decir, un nutrido grupo de jóvenes artistas locales, pone la mano de obra. En realidad, algo más, ya que como explicaba Iñaki Oiarzabal, de Lauburu Estudio, «estamos evitando las soluciones convencionales para equipar un local. Usamos materiales reciclados u objetos de bajo coste y estamos trabajando mucho más con la cabeza que con las manos».

En esta transformación hacia lo que será Irun Factory participan hasta seis iniciativas artísticas del entorno: Artitadetó (donde se incluye Bitamine Faktoria), Espacio... por favor, Lauburu Estudio (estos tres de Irun), Inwoko Hondaribia, Association Les Petits Papiers Bayonne y Association Art&Project de Hasparren. «Hemos querido», explicaba Helga Massetani, de Bitamine, «reunir un grupo de trabajo diverso, con diferentes nacionalidades para intentar sacar ideas más potentes de esa diversidad».

Irun Factory irá adaptando su oferta sobre la marcha porque se trata de que sea «algo abierto; que cada artista que venga pueda tener su modelo conforme a lo que necesita», explicaba el alcalde, José Antonio Santano. Aunque Massetani anunciaba que ya hay perfilado «un programa hasta junio», el alcalde añadía que «iremos viendo cómo salen iniciativas ligadas a este espacio». El primer edil espera que este espacio sirva para «aprovechar la fuerza de los jóvenes creadores de la ciudad y ponerla al servicio de la economía, de la generación de actividad; no solo de la forma convencional, sino en una dimensión más social, como un motor de innovación para la ciudad».

Santano valoraba ayer este proyecto como «algo distinto, interesante e innovador. Una fábrica de creación que va a ser importante para la ciudad y para el resto del territorio guipuzcoano».