La Mongolia de Gengis Kan, las costas venezonalas desde las que los amerindios de hace mil años navegaban hacia alta mar con sus canoas de madera o los reinos visigodos de la Zamora del siglo V. Éstas y otras muchas coordenadas de espacio y tiempo esperan a los espectadores de la nueva edición del Festival Arqueológico del Bidasoa, que arranca el lunes próximo con nueva directora, María José Noain, mano derecha de quien dejó vacante la plaza, Mertxe Urteaga.

No extraña, por tanto, la ausencia de cambios de calado en la estructura general del certamen. Se mantienen los tres premios habituales (Gran Premio del jurado, Premio Arkeolan a la divulgación científica y Premio del Público) y las películas, 35, se reparten entre la Sección Oficial, la Sección CBA y la Sección Educativa. Ésta última «es importante», destacaba la delegada de Cultura del Ayuntamiento de Irun, Juncal Eizaguirre. «Una ventana para acercar a los jóvenes la historia y la arqueología de una forma más amena». Es esta parte del Ficab la que ha atraído a un nuevo aliado, Orona Fundazioa, que acogerá el miércoles por la mañana en su sede de Hernani una proyección especial de esta sección, dirigida a escolares pero no en exclusiva para ellos.

«Nuestro modelo pasa por desarrollar proyectos con agentes sociales de alrededor», explicó el director de Desarrollo de Orona Fundazioa, Iñigo Marquet. «Tenemos una línea de trabajo académico con niños y jóvenes que ha llevado a nuestra sede a 3.000 alumnos de ESO, Bachiller y Formación Profesional para visitas guiadas, proyecciones del Zinemaldia, conferencias y otras actividades», a las que se suma ahora el Ficab. «Es una primer pasito, pero si las cosas funcionan como esperamos, tenemos vocación de colaborar a largo plazo», anunció Marquet.

Así, la Fundación Orona se convierte este año en esa sede fuera de la comarca que el festival viene manteniendo en sus últimas ediciones, hasta ahora en colaboración con el Museo de San Telmo, por dos veces, y el Aquarium de San Sebastián.

Precisamente en esa sesión de Hernani, y también la víspera en Irun, participará uno de los nombres propios del Ficab 2017, Eudald Carbonell, arqueólogo, codirector de Atapuerca y coprotagonista del film 'En busca del futuro perdido'. «Los arqueólogos de mi edad o algo más jóvenes crecimos impulsados por el entusiasmo de las novedades en la investigación de Atapuerca. Contar con uno de sus directores en el Ficab es un hito que hay que remarcar», valoró Noain.

Otra clave de la edición de este año estará en la Sección CBA, donde se podrá ver 'Piel de alma'. Noain detalló que «es un documental de dos arqueólogos que de niños vieron la película Piel de asno, de Jacques Demy, de 1970. Uno de ellos es propietario de uno de los castillos en los que se rodó la película y decidieron identificar el lugar en el que estaba el set de rodaje y excavarlo». El ministerio de Cultura francés no la reconoció como una excavación científica. «Nos lleva a reflexionar qué es arqueología y qué no, cómo patrimonializamos el pasado o si podemos integrar manifestaciones culturales como el cine a través de la arqueología», planteó la directora del Ficab. Esta provocadora cinta supone que el Ficab exhiba este año la horquilla cronológica más amplia de su historia, «desde el paleolítico anterior hasta 1970», y la dirección del certamen la ha aprovechado también para clausurar la entrega de premios del sábado de forma más lúdica, proyectando 'Piel de asno', una película pensada para el público infantil y familiar.

Otra novedad estará en el jurado. Juan Santos Yanguas, catedrático de Historia Antigua de la UPV, había sido presidente del mismo desde que el festival bidasotarra adquirió carácter competitivo, pero ya el pasado año, durante la gala de apertura, anunció que sería su último Ficab. La presidencia será ahora rotatoria y este año la asumirá Pilar Fatás, directora del Museo de Altamira, a la que acompañarán en las tareas de valoración Françoise Fontaine, directora del Arqueoparque de Malagne (Bélgica); Asun Lasarte, directora de producción de Morgancrea; Javier San Martín, doctor en Comunicación Social, y Txema Muñoz, responsable de Kimuak, programa de Cortometrajes del Gobierno Vasco.

Catorce hosteleros de Irun pasaron la mañana de ayer aprendiendo sobre los vinos de Euskadi para que ellos, a su vez, puedan darlos a conocer en sus establecimientos. «Es una charla y degustación para promover los vinos de la tierra entre los miembros del sector de la hostelería», explicó Josema Azpeitia, periodista gastronómico.

Autor de guías sobre pintxos y profesor del grado de Gastronomía y Artes Culinarias del Basque Culinary Center, Azpeitia fue el encargado de conducir la jornada, organizada por la Asociación de Empresarios de Hostelería de Gipuzkoa junto con la Fundación Hazi, dependiente del departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno Vasco. La iniciativa contó también con la colaboración de la Asociación de Comercio y Hostelería Mugan, y también del Casino de Irun, que cedió sus instalaciones para la celebración del evento. Esta cata de vinos, que está realizando sesiones similares en otras ciudades de Gipuzkoa, está enmarcada dentro del proyecto Kalitatea, cuyo objetivo es la promoción, prescripción e información sobre los productos alimentarios de Euskadi.

Los participantes pudieron aprender sobre los txakolis de las tres regiones y sobre los vinos, tanto blanco como tintos, de la Rioja alavesa. Además, realizaron una cata probando distintos ejemplos de cada tipo. «El objetivo es que estos vinos se conozcan y se utilicen más», señaló Josema Azpeitia. «En muchas ocasiones, los turistas llegan maravillados por nuestra gastronomía y quieren probarla: bacalao, pintxos hechos con productos de aquí... Cosas que no encuentran en su tierra, en definitiva. El hacer que el turista conozca nuestros vinos, de tipos que seguramente no haya probado nunca, supone lograr que su experiencia gastronómica sea más completa», explicó el periodista. Esto, a su vez, da pie a que esos mismos turistas «nos potencien en redes sociales, nos recomienden... Algo que, en definitiva, redunda en beneficio de todos».

El encuentro de ayer permitió hacer un repaso a los vinos que existen en Euskadi, deteniéndose «en alguna curiosidad y novedades», para finalizar con esa degustación «de toda la gama de vinos» que existen en nuestra tierra.