Así es nuestro clima. Pretendes organizar un programa de actividades culturales al aire libre el último domingo del verano y una terrible previsión meteorológica te obliga a suspenderlo. Lo trasladas al primer domingo del otoño y te hace mejor tiempo que en agosto.

Txikis del Bidasoa y Ezmugak ya saben cómo va esto. Junto al Ayuntamiento de Irun, organizan desde hace tres años Girabira, una iniciativa que llena de actividades culturales los parques de la ciudad. «Si hace malo, a veces puedes trasladar la propuesta al Centro Cultural Amaia y seguir adelante. Pero el domingo pasado era imposible», explicaba ayer Carlos Sánchez, de Ezmugak. El teatro de calle que abría la jornada, de la compañía gasteiztarra El mono habitado, «no se podía llevar a un interior, no tenía sentido». El dúo vitoriano anduvo paseando sus naves espaciales alrededor del parque Gain Gainean, donde se celebró ayer la fiesta pospuesta. «Han ido captando público y lo han atraído al lugar de representación del espectáculo, ya en el parque», apuntó Sánchez.

Fue la primera ocasión en la que Gain Gainean acogió un Girabira. «Las últimas obras han propiciado un buen espacio y se puede aprovechar muy bien». El muchísimo público de la jornada de ayer da fe de ello. En esta ocasión, la sesión estuvo orientada hacia el teatro, «también por primera vez. Nos parece que es una disciplina artística que se adapta muy bien a los formatos de calle». Además de la obra familiar de El mono habitado, hubo talleres de iniciación para niños y adultos con los hendaiarras Compagnie Des vents et marées, todo acompañado de la música en directo de Rubio y de un gran ambiente de picnic en las campas del parque.