Noticia publicada en Diario Vasco sección Bidasoa,el jueves día 19 de Marzo de 2015.
19 marzo 201515:21
Era guitarrista y compositor en El canto del loco. Hoy, David Otero se ha construido su propio nombre en el panorama musical como 'el Pescao'. Regresa a Irun mañana para ofrecer en el Amaia un concierto algo diferente al de hace cuatro años en la plaza Urdanibia durante los sanmarciales, con muchas canciones nuevas.
EL CONCIERTO
Dónde y cuándo. Mañana, a partir de las 20.00 horas, en el Centro Cultural Amaia
Quién. El Pescao regresa a Irun con las canciones de su segundo disco en solitario, 'Ultramar', y temas de sus trabajos anteriores.
Cuánto. Las entradas, a la venta en Kutxabank y en la Oficina de Turismo (también mañana en taquilla), cuestan 16 euros, 12 para menores de 14 años.
-Parte del tiempo entre su anterior visita y ésta lo ha pasado en Argentina. ¿Qué tiene aquel país para que tantos músicos españoles busquen inspiración allí?
-Es cierto que ha estado Leiva por allí, también Xoel López... Argentina y España están innegablemente unidas. Compartimos raíces que al estar allí te hacen sentirte en casa. Mi experiencia se refleja en las letras, porque he estado respirando una realidad alternativa a la mía habitual. La diferencia está en lo que he estado observando al escribir éstas, pero en la música no.
-Aunque musicalmente no le influyera el viaje, sí que hay algo que suena distinto en 'Ultramar'.
-En lo estético sí, por el productor, Max Dingel, que ha trabajado con Muse, The Killers... con muchos grupos importantes. Pero la influencia sonora no cambia.
-Con más de media vida en la música, ¿aún se pone nervioso antes de un concierto?
-Siempre hay algo de nerviosismo, pero cuanto mejor van las cosas, menos nervios hay. Si tocas en un estadio lleno porque las cosas van rodadas, sientes nervios de un tipo, diferente de cuando estás en un proyecto más pequeñito, nervioso por si funcionará, si gustará, si venderás entradas y discos... Pero no me quejo, eh, las cosas van bien.
-¿Se ha visto en algún momento dedicándose a otra cosa que no fuera la música?
-Desde luego. Eso nunca hay que perderlo de vista. Todos los artistas tienen ciclos de más éxito y otros de menos. Yo me considero un superviviente que trabaja siempre, que es constante, que no abandona. Conviví con el éxito con El canto del loco y sé que lo importante es estar prevenido para que lo que venga no te pille con el paso cambiado. El éxito se va tan rápido como llega. Yo quiero que mi vida gire en torno a la música y he tenido la suerte de que así haya sido hasta ahora, pero siempre con un pensamiento de '¿será rentable?', '¿funcionará?', '¿tendré que abrir una pastelería para ganarme la vida?'.
-¿Aún canta para aquel público de El canto del loco que ha ido madurando, para otro público o simplemente hace lo que le apetece?
-Siempre he hecho lo que me ha apetecido hacer. En la banda había que consensuar, poner las ideas sobre la mesa y llegar a acuerdos. Pero en esta etapa lo he querido llevar yo todo, desde la música a las fotos, sin cortapisas. De otra manera, igual no hubiera seguido en la música. Me gusta hacer lo que me apetece y que sea divertido. Siempre intento que todas las fases (grabación, gira, concietos, promos...) sean divertidas y todos lo pasemos bien.
-¿Qué opina de aquellos críos que en los 90 empezaron El canto del loco?
-Que fue súper divertido lo que hicimos y cómo lo hicimos, que era muy guay no comerte la cabeza con nada y tener esa visión kamikaze. Pero cuando tienes familia e hijos que dependen de ti...
-Ahora usa conceptos como el neuromarketing... ¿Qué es eso?
-Es un aparato inventado por unos científicos de Salamanca. Se colocan unos sensores en las manos y miden temperatura, ritmo cardíaco, sudoración... Se puede usar en grupos de unas 40 personas, a las que se muestra dos estímulos y una gráfica te dice cuál les ha emocionado más. Al equipo le gustaba mi música y a mí me encantan esas tontunas, así que lo usamos para elegir el segundo single de este disco. Ganó 'Al otro lado del mar'.
-Luego para grabar el videoclip, se tuvo que cortar la barba para montarlo al reves y que pareciera que iba creciendo. ¿Lo hizo usted mismo?
-Había una especialista que se encargaba. Que yo lo podría haber hecho igual de bien, seguro, pero le dieron las tijeras a ella. Por si acaso.
-Me estoy acordando ahora del videoclip de 'Buscando el Sol'.
-Fue divertidísimo. Era una canción de dos minutos que reprodujimos a velocidad lenta (duró 10) mientras grabábamos. Lo difícil fue vocalizarla para que luego, al poner el vídeo a cámara rápida encajara. Iba todo tan lento que me inventaba parte de la coreografía sobre la marcha y los demás, todos amigos, me seguían. A cámara rápida, no se notó nada de eso. Lo pasamos genial divertidísimo. Era una canción de dos minutos que reprodujimos a velocidad lenta (duró 10) mientras grabábamos. Lo difícil fue vocalizarla para que luego, al poner el vídeo a cámara rápida encajara. Iba todo tan lento que me inventaba parte de la coreografía sobre la marcha y los demás, todos amigos, me seguían. A cámara rápida, no se notó nada de eso. Lo pasamos genial
David Otero, 'El Pescao', vuelve mañana a Irun.