IRUN - Xabier Garate, de 54 años de edad, lleva diseñando y creando gigantes, cabezudos y todo tipo de elementos de atrezo o carrozas “desde 1982, y más de dos décadas con el Zanpantzar”, el personaje que encabeza los desfiles y otros eventos del Carnaval de Irun y con el que “disfruta cada año”. En este y otros trabajos cuenta con la colaboración de Benito Garate, su propio hermano, de 51 años, que empezó “echando una mano” y ahora trabaja con él “a tiempo completo”.

¿Cómo es el Zanpantzar de este año y qué es lo que lo ha inspirado?

XABIER GARATE.- Este año hemos elegido el concepto del blanco y negro, esa metáfora que la gente emplea para hablar de la realidad que nos rodea, con eso de que la vida no es blanco o negro únicamente y que hay una amplia gama de grises. Hemos plasmado esa idea con un Zanpantzar en forma de payaso triste o Pierrot, vestido y pintado mitad en blanco, mitad en negro. Pero hemos ido más allá, haciendo que aparezca atado por el blanco y negro, pero reivindicando que además de los grises, la vida tiene colores, a pesar de todo. De ahí que de la cabeza de Zanpantzar vemos cómo este año florece el color. Queremos reivindicar que el blanco y negro son dos caras de la misma moneda, pero que hay más que eso. De ahí que a Zanpantzar, y más en estos días de Carnaval, le brote el color, liberándose de lo blanco y negro, que sería la alegoría de la vida y el mundo más cotidianos en general y de la situación que vivimos en particular.

¿Después de tantos años, no les cuesta cada vez más encontrar un tema o motivo de inspiración para el Zanpantzar?

X.G.- Por suerte, nunca faltan temas, con todo lo que pasa a nuestro alrededor y en el mundo al cabo de doce meses. Lo complicado es poder encajar y plasmar esos conceptos o temas en la propia figura del Zanpantzar. Eso siempre es un reto. Por ejemplo, cuando nos centramos en lo de apretarse el cinturón en tiempos de crisis y buscamos la figura del Zanpantzar fakir, que sufre en su cuerpo la dichosa austeridad; o cuando, como el año pasado, aludimos a los recortes con ese Zanpan-tzar que recordaba a Pinocho y tenía unas enormes tijeras para podar su nariz y lo que hiciera falta. Como decía, las ideas no suelen faltar, pero lo complicado es plasmarlas y cosificarlas en forma de este monigote gigante que es el Zanpantzar.

¿Suelen seguir lo que dice la gente del Zanpantzar? ¿Cómo vivirán estos próximos días?

X.G.- Antes, hace años, sí solíamos estar más atentos a lo que decía la gente en la calle, porque uno nunca sabe si ha acertado al reflejar una idea en el Zanpantzar. Ahora, tenemos la suerte de poder hablar del Zanpantzar a través de los medios de comunicación y explicar lo que hemos querido conseguir. Es posible que a veces no lo hayamos conseguido, al menos a ojos de alguna gente. En mi caso, como de costumbre, seguiré el Carnaval desde la acera, con más tranquilidad. Aunque tengo que resaltar el trabajo que hacen cada año las comparsas, preparando sus coreografías y disfraces. Y en el caso particular del Zanpantzar, no podemos olvidar a la gente de Aduana Elkartea y Bidasoako Txaranga, que son los que lo pasean, lo hacen bailar al son de la música... Un Zanpantzar que no bailara y sin música, no es mucho más que un muñeco. Gracias a ellos, pasa a ser mucho más.

BENITO GARATE.- Los dos hemos sido siempre carnavaleros, estuvimos ahí al pie del cañón cuando el Carnaval fue recuperado después de la dictadura franquista. Pero será la edad o así, que ahora lo vivimos más desde fuera, con mayor tranquilidad. Nuestro particular Carnaval es concebir y construir cada año el Zanpantzar.

¿Cómo es su proceso de creación y fabricación? ¿Cuánto tiempo lleva?

B.G.- Lo primero que hacemos cada año es la cabeza, porque es la parte más importante, en la que se concentra cada año el concepto que inspira al personaje. Su cara es lo que más acaba diciendo, al fin y al cabo. Luego, vamos construyendo todo lo demás, aunque antes de empezarlo ya tenemos las ideas en la cabeza.

X.G.- Es un mes y medio de trabajo, empezamos justo después de Navidad más o menos. No nos ocupa todo el tiempo, pero siempre añades detalles. Es como cuando el pintor dice que a su cuadro le faltan pinceladas aquí y allá y nunca es capaz de darlo por terminado. Pero hay que hacerlo.

Jueves Gordo. A las 19.00 saldrá la comparsa, que bailará a Zanpan-tzar a las 19.30 horas en el Ensanche.

Sábado Regular. En cabeza del desfile infantil, a partir de las 17.00 horas por todo el centro de Irun.

Domingo de Carnaval. En el desfile de adultos, a las 17.00 horas.

Martes de Carnaval. Zanpantzar saldrá a las 19.30 horas arderá después en la hoguera, en San Juan.

Cuándo verlo