Bioterra lleva ya diez años planteando, desde diversas perspectivas temas, como el desarrollo sostenible, la agricultura ecológica, la construcción eficiente... Ideas que en esta década han ido pasando de la abstracción a la concreción aunque, no cabe duda, queda por hacer mucho más de lo que se ha hecho.
La feria ecológica de Ficoba ha presentado ante el público innovadores sistemas de construcción, tratamientos terapéuticos alternativos y productos certificadamente respetuosos con el medio ambiente; ha ofrecido interesantes conferencias de referentes mundiales en estos y otros asuntos y, sobre todo, ha predicado con el ejemplo.
Porque Bioterra, hace 10 años, nació con los mismos objetivos divulgativos y de punto de encuentro entre profesionales; con el mismo formato de experiencia ferial acompañada por conferencias y talleres; pero con la mitad de tamaño. A lo largo de una década, y apoyada en el desarrollo que ha experimentado el sector, ha crecido sin perder la cabeza, sin hipotecar su futuro con ambiciones desmedidas.
«La feria ha crecido por un camino natural. Parecía que por su ubicación iba a acabar siendo algo mucho más transfronterizo, y sin embargo, se ha convertido en una referencia regional a la que acuden, además, muchos expositores de toda España», aseguraba ayer Pedro Gumiel, de Alimentos Ecológicos Gumendi, de Lodosa. Gumiel conoce bien Bioterra, la ha visto crecer. «En 2004 nos enteremos tarde y no nos dio tiempo a estar, pero vinimos como visitantes. Nos gustó lo que vimos y desde 2005 no hemos fallado ni un año». En su caso, el perfil de visitante más interesante «es el profesional. Nosotros producimos frutas y verduras ecológicas y acompañamos esos productos de otros para ofrecer un paquete completo a minoristas; aquí en Irun trabajamos con dos establecimientos». Bioterra ha cubierto sus expectativas en cuanto a ese perfil, pero además, agradecen esfuerzos, como el de este año con entrada gratuita, por atraer al público general. «No vendemos nada en el stand, pero somos conscientes de la importancia de fomentar este tipo de consumo en la población; que la gente vea, conozca, pruebe... Siempre ofrecemos muestras de algunos de nuestros productos», comentaba.
Desde aquél 2004
Hay otros expositores que sí han vivido desde su stand las diez ediciones de Bioterra, como es el caso de la bodega vinícola Bagordi, que desde 1995 produce vinos ecológicos con denominación de origen Rioja y que desde 2004 no ha faltado a Bioterra. Luis Manuel Carcar recordaba que hace 10 años «dimos el paso, animados por la sensibilidad que encontramos en la organización hacia la producción ecológica». La primera fue una edición «de aprender, para ellos y para nosotros, pero con buenos resultados».
Desde entonces «no ha habido un año malo y ha ido creciendo hasta duplicar el números de expositores y de visitantes; al mismo tiempo ha ido creciendo la actividad en el stand. Entre la venta directa en la feria y la captación de clientes, siempre nos hemos ido contentos de aquí». Bagordi ha visto crecer Bioterra y también el sector, que goza de «buena salud, porque tiene un público fiel, que consume convencido, y la crisis ha afectado poco». Recuerda que en 1990 cuando él empezó a trabajar desde las premisas eco agrarias, «éramos todos gente en contacto con el medio natural, que estábamos preocupados por el uso de pesticidas y productos que, en algún caso, se apuntaba que podían ser tóxicos. Dimos un paso atrás, a la agricultura tradicional. Pero sin dejar de aprovechar innovaciones, tecnología... que mejoren la capacidad de producción sin perjuicio a las personas ni al propio campo». Hoy, «la ecológica puede representar en torno al 10% de la producción agraria en España. Se ha consolidado como una actividad importante y con garantías de calidad y trazabilidad en sus productos».
Mejorar e innovar
Pero en esta décima Bioterra, no sólo hay 'lo de siempre'. Tal y como exigen los tiempos, cada año aparecen novedades que mejoran el atractivo del evento.
Éstas pueden llegar desde la organización, como con la colaboración con Irun Dastatu, que servirá para que esta mañana cuatro cocineros diserten sobre cómo hacer cocina ecológica en los restaurantes y pastelerías, además de para organizar una chocolatada popular desde las 18.00 horas. Otras llegan por medio de los propios expositores. Por citar un ejemplo, en el stand de Bizi-Lur, se presentaba la ChufaMix, utensilio de cocina para exprimir semillas, frutos secos, cereales y hierbas. «Empezó como una forma de facilitar la fabricación de la horchata partiendo de la chufa, para que cada uno pudiera hacerla a su gusto, sin complicaciones, usando producto natural, sin aditivos ni conservantes... Pero sirve para hacer licuados (las mal llamadas 'leches') de avena, cacahuete, arroz... con la misma facilidad», explicaban. Acaba de presentarse hace apenas medio año, en la feria de ecoagricultura de Nuremberg.
