El alcalde de Irun, José Antonio Santano, comunicó ayer que los miembros del equipo de Gobierno han hecho ya o harán pública en breve su declaración de bienes, patrimonio y actividad económica, de forma que cualquier ciudadano pueda conocerla a través de la web municipal. En junio de 2011, el alcalde hizo ya pública su nómina y propiedades, una decisión a la que también se apuntó el portavoz de Ezker Batu-Berdeak , Manuel Millán.

Ahora serán los miembros del equipo de Gobierno quienes se adhieran a esta iniciativa. «Queremos sumar indicadores de transparencia a la actividad municipal», dijo el alcalde. «Es fundamental que los ciudadanos conozcan bien cuáles son las remuneraciones de los que trabajamos en este Ayuntamiento».

José Antonio Santano invitó «a los portavoces de los grupos políticos, desde al máximo respeto a cada uno de ellos, a que se sumen a esta iniciativa que busca dar la máxima transparencia a la situación económica, patrimonial y de actividad de los que percibimos una remuneración pública. Esto es algo que nos va a llegar impuesto por la Ley de Transparencia que se está tramitando. Nosotros, lo que hemos decidido hacer es adelantarnos a algo que se va a exigir por ley y que nos parece bien que se exija. Tenemos que dar plena tranquilidad a los ciudadanos sobre cómo entra uno en este Ayuntamiento y cómo se va, para que puedan valorar si la situación económica y patrimonial responde al dinero recibido».

Gipuzkoa vive cada día un nuevo capítulo de la batalla por la gestión de los residuos. Mientras, Irun y Hondarribia, viven en la indefinición de saber si los tribunales les van a considerar o no miembros de pleno de derecho de GHK, el Consorcio de los Residuos de Gipuzkoa. Pero después de que la pasada Asamblea de la Mancomunidad de Txingudi pusiera sobre la mesa la necesidad de estudiar opciones de futuro, en el mismo momento en el que se cierra la campaña de lanzamiento del quinto contenedor, la comarca se ha metido de lleno en el debate sobre la solución al problema de la basura.

Los grupos municipales de Bildu de Irun y Hondarribia advertían ayer conjuntamente que «los ciudadanos ya dejaron claro aquí, como en otros sitios, que no quieren una incineradora», recordaba Oinatz Mitxelena, portavoz de la coalición en Irun. «Nos tememos que estén pensando en eso». Poco después, era el alcalde, y a su vez presidente de la mancomunidad, José Antonio Santano, quien comparecía ante los medios y aunque lo hizo para tratar otros asuntos, fue contundente cuando se le preguntó por éste. «Niego rotundamente que haya interés en resucitar ningún proyecto» asociado con la incineradora comarcal.

No deja de ser curioso que tanto él como Bildu coincidan en que la solución para los residuos de la comarca pasa por GHK, porque los modelos que defienden uno y otros se encuentran bastante alejados. Santano quiere «analizar las opciones de futuro con el resto de mancomunidades guipuzcoanas o, si no nos dejan, hacerlo por nuestra cuenta», aunque no es exactamente eso lo que se recogió en la pasada asamblea de Servicios de Txingudi, donde el compromiso alcanzado pasaba por presentar en septiembre alternativas de gestión al margen de GHK. Santano criticó al diputado general Martín Garitano (Bildu) por hablar de «porcentajes del 80%, que nadie sabe de dónde saca, porque no aparecen en el Plan de Gipuzkoa ni en el de Txingudi, donde se habla de tasas del 57% en 2016, un objetivo ambicioso para cuya consecución habrá que trabajar mucho. Ni siquiera llegan al 80% en los países más punteros de Europa en la materia. Alemania, Holanda, Austria... están entorno al 62% sumando reciclaje y compostaje». No se olvidó de indicar que en estos países, la mayor parte del resto de los residuos, «por encima del 30%, se incineran. Y esto son datos reales». Pidió a Garitano «que baje a la tierra».

Mitxelena por su parte apuntaba que el plan de Bildu pasa por reducir al mínimo esa llamada 'fracción resto' y tratarla en una planta biomecánica. Para alcanzar esas tasas de reciclaje tan elevadas «es necesario obligar a los ciudadanos a separar los residuos» y puso como ejemplo lo que ya está pasando en Gipuzkoa, donde ayer, concretamente en Astigarraga, se anunciaba que el primer mes de puerta a puerta se saldaba con un ratio de separación del 85,5%, triplicando las tasas anteriores. Entendía que con esos criterios «Txingudi tendría sitio en GHK».