El Ayuntamiento de Irun está siguiendo una línea política de «prudencia» en materia económica, pendiente de los datos de recaudación de impuestos de la Hacienda foral, que continúan cuesta abajo, con alguna leve recuperación. A pesar de todo, hay una serie de iniciativas que siguen adelante en la ciudad «porque no queremos que se pare», señala el alcalde, José Antonio Santano. «Queremos mantener actividad económica, porque eso es importante de cara al empleo».

En esta línea, se inscriben acciones como la del hotel de la plaza Genaro Etxeandia, que ha sido adjudicado recientemente, o el desarrollo de pabellones en el polígono industrial de Araso, «que van a buen ritmo. En este momento el 70% de los 14.000 metros cuadrados de pablellón construido han sido ocupados por empresas», añade Santano.

Asimismo, se va a seguir promoviendo el desarrollo de vivienda pública, «por dos razones. En primer lugar, porque Irun necesita VPO, fundamentalmente, para jóvenes, pero también porque somos conscientes de que estas operaciones de vivienda protegida contribuyen a la creación de empleo y mantienen una tasa de actividad que nos parece importante para Irun», añade el alcalde. «Además, contribuyen a hacer ciudad, ya que hay dos operaciones en marcha, que están conectando el barrio de Ventas con la trama urbana del centro».

En este mes de agosto se sigue trabajando para que tanto la operación de Oinaurre, en su segunda fase -la primera está prácticamente terminada- como la de Porcelanas avancen, de manera que, una vez pasado el verano, puedan ir convirtiéndose en realidad.

En el caso de Oinaurre, operación que lleva la Sociedad Pública de Vivienda-Irunvi, se han licitado dos parcelas para que se puedan construir 96 nuevas viviendas de protección oficial y 76 viviendas concertadas. «Lo que hemos hecho es convertir viviendas libres en viviendas con precio tasado, que están teniendo mucha demanda y que se sortearán, también, desde Irunvi», explica el primer edil.

Con la venta de esas dos parcelas, cuando se produzca, se llevará a cabo una operación similar a la que se hizo con la primera fase de Oianaurre. «Los recursos económicos obtenidos nos permitirían completar la urbanización y la conexión con el centro de Irun. Lo más destacado de esta segunda fase va a ser la prolongación del paseo peatonal hasta el parque de Alai Txoko».

Todas las obras de urbanización que se han hecho hasta ahora en Oinaurre «han sido financiadas con el dinero que se obtuvo de la venta de las parcelas. No han llevado aportación del presupuesto municipal y esto mismo es lo que pretendemos hacer en la segunda fase», prosigue Santano.

En el caso de los terrenos de la antigua Porcelanas, el Ayuntamiento está trabajando «para que se puedan dar todos los pasos urbanísticos que nos permitan tener máquinas trabajando en el mes de octubre. Este es el objetivo. Me refiero, únicamente, a las parcelas municipales, que se vendieron a un particular y en las que se construirían 90 viviendas de protección oficial y 35 viviendas concertadas o tasadas». Estas últimas eran, en origen, viviendas libres, «pero hemos llegado a un acuerdo para que tengan un precio limitado, sobre todo, para que pueda acceder a ellas la gente joven».

El favorable efecto frontera se mantiene en el comercio irunés. No hay más que darse una vuelta por las zonas comerciales para comprobarlo. Propietarios de establecimientos, hosteleros e instituciones se esfuerzan por conservar a sus clientes del otro lado de la muga y por atraer a nuevos consumidores, a través de campañas de marketing y ofertas de turismo comercial.

Las iniciativas emprendidas con este objetivo, como la reciente Braderie, acaban dando buenos resultados. Sin embargo, la clientela francesa «ya no es la que era», comentaba Marisa Conejero, de Calzados Marisa, durante la presentación, hace unos días, de la duodécima edición de la campaña 'Comercio en la calle'. «La frontera ayuda, por supuesto, pero ya no vivimos aquellos agostos que vivíamos antes. Los franceses tienen tanta crisis como nosotros y quienes mejor lo saben son mis amigos de Behobia, que tienen a la mayor parte de su clientela al otro lado». Esa «mayor parte» de clientela francesa a la que se refería la veterana comerciante de la calle Luis Mariano es «un 95% del total», según señala Rubén Fraile, el presidente de la asociación de comerciantes del barrio fronterizo. «Llevamos ya varios años trabajando menos y con pérdida de cliente francés, quizá desde 2005. Ellos empezaron a padecer la crisis un año o dos antes que nosotros. Por eso, creo que también empezarán a superarla antes, o eso es lo que esperamos. Aquí, nos creemos que los franceses no tienen tanta crisis, porque no leemos sus periódicos ni vemos sus telediarios, pero sí, también la sufren. La estamos sufriendo todos por igual».

La mayor preocupación por la marcha de sus negocios que, en este momento, tienen los comerciantes de Behobia viene derivada de la subida del IVA, que se producirá a partir del 1 de septiembre próximo. «Estamos preocupados, con miedo de lo que vaya a pasar, a partir del mes que viene, con la subida de impuestos. Vamos a tener un IVA superior al de ellos. Nuestra venta está basada en el diferencial, y ese diferencial va a cada vez a menos. No entendemos muy bien las medidas que está tomando el Gobierno hasta el momento, porque no nos parece que estén favoreciendo a la recuperación de la economía. Está claro que si subes el IVA, vas a parar el consumo».

Rubén Fraile asegura que, a partir de la próxima subida de impuestos, en el complejo comercial de Behobia habrá «poco margen» para mantener unos precios competitivos. «Hay productos en los que estamos trabajando con un margen del 5%. Bajar de ahí es imposible, porque no podríamos cubrir los gastos de una tienda». En el pastís Ricard, que es el producto estrella «estamos trabajando con un margen inferior al mínimo», asegura el presidente de la asociación. «Somos muchos pequeños comercios y hay una competencia brutal. En ciertos productos, tenemos ya los mismos precios o inferiores que los que ofrecen las grandes superficies. Pero no tenemos margen para bajar más».

A la crisis global y la subida del IVA se suma el hecho de que «lo que la clientela francesa compra en Behobia son, digamos, sus vicios y, al hilo de eso, se llevan algo más. Si subimos los precios, dejarán de venir, porque lo primero que te quitas cuando estás en crisis es lo prescindible y si, encima, no está mucho más barato que en tu casa...»

Pese no ver cerca el final de la crisis, el presidente de los comerciantes de Behobia cree que «resistiremos, como lo hemos hecho otras veces. El mío es un comercio familiar y cuando hablo con el aitona, que ha conocido muchas crisis, me dice que las ha habido malas, pero ninguna tan prolongada como ésta.»

Además del final de la crisis, lo que espera Rubén Fraile es ver hecho realidad el proyecto de renovación del complejo comercial de Behobia, que podrá ser, en el futuro, un revulsivo para atraer todo tipo de clientes. «Pero también eso va poco a poco».

La comarca del Bidasoa está de enhorabuena. Su atractivo parece aumentar de cara al exterior y cada vez son más los turistas que nos visitan, tanto de la península como de fuera de ella. Irun, en concreto, ha visto como el número de turistas que visitan los hoteles, las oficinas de turismo y realizan las visitas guiadas ha aumentado.

Desde Bidasoa Activa han expuesto los datos positivos, que destacan esta mejoría. En concreto, la oficina de Turismo de Irun ha recibido, entre los meses de junio y julio, 2.375 visitas, frente a las 1.560 de los mismos meses del año pasado. Iñaki Cacheiro Arana, de la oficina de turismo de Irun, comenta que «sí hemos notado que en agosto el goteo de gente es constante; algo más que en julio. Mi impresión es que este año la gente y el turismo ha empezado más tarde, pero todo va bien».

Encontrar alojamiento en los hoteles de Irun parece complicado. Thania Pazos, del hotel Ibis, afirma que «la temporada va bien, incluso mejor de lo que esperábamos a pricipios de año». Casi todos tienen una ocupación bastante alta. En el mes de junio hemos alcanzado unos niveles del 65,4% y en julio de un 78,78%. Ocupación que confirman desde los hoteles. Sonia Parada, encargada del hotel ETH, comenta que «en julio hemos estado trabajando al 94% y en agosto tenemos una perspectiva del 90%». Datos positivos que confirman desde el hotel Ibis. Thania Pazos cuenta que «lo que va de agosto hemos hecho el 100% todos los días, y en julio hicimos casi un 93%». Aún así, hay hoteles que aseguran que la ocupación no es tan buena como se dice. María Jesús Bengoetxea, del hotel Aitana, dice que «hemos notado que ha venido menos gente. Agosto está siendo mejor que julio. Eso sí, para poder llenar el hotel hemos tenido que realizar descuentos en los precios porque si no la gente no viene».

Las previsiones a la hora de reservar sitio han cambiado. Thania Pazos asegura que «el hotel está lleno día tras día y llega muchísima gente sin reserva a preguntar por alojamiento». Tendencia que también han notado en el ETH «en julio las reservas se han hecho con antelación; pero para agosto la gente improvisa más y viene en el último momento». En cuanto a la duración de la estancia en Irun, casi todos coinciden en que son estancias cortas o de paso. Aunque también los hay que pasan 4 o 5 días en el Bidasoa. Sonia Parada comenta que «hemos tenido varios grupos de verano de unas 50 personas que han pasado muchos días. Aunque mucha gente está sólo de paso».

Los visitantes que más llegan a nuestra ciudad son catalanes, madrileños, guipuzcoanos y andaluces. Pero también se abre al exterior y atrae a franceses, alemanes, británicos y belgas. Todos los alojamientos de la ciudad confirman que la gente del extranjero está visitando Irun; sobre toddo los franceses.

Pero, ¿qué actividades realizan? Iñaki Cacheiro cuenta que «el Museo Oiasso es lo más conocido y por lo que más preguntan». Dependiendo del tiempo de la estancia las recomendaciones varían: «siempre les guiamos a Hondarribia. Y si se quedan más tiempo les damos información sobre Donostia, Pasai-Donibane y Gipuzkoa entera en general». Eso sí, suelen tener en cuenta el tipo de turista con el que están hablando o con quién va acompañado: «a la hora de aconsejar algo qué hacer o algún plan en concreto, nos fijamos en cómo es el turista y con quién va; y a raíz de eso te amoldas a lo que te pregunten o quieran hacer. Sobre todo, tenemos en cuenta si van con niños y les recomendamos los diferentes recorridos y tours que pueden hacer»

Visitas guiadas que también han experimentado una subida. En Irun 523 personas han participado en las dos visitas propuestas. Por un lado está la iniciativa de 'Sens Irun' que tuvo 112 participantes; por otro, la visita al entorno minero de Irugurutzeta y al yacimiento arqueológico de Santa Elena ha contado con 411 visitantes. Uno de los datos llamativos ha sido el número de iruneses quese han animado a realizar este recorrido: un total de 208. Un interés por las actividades que se realizan en Irun, que también han notado en la oficina de turismo: «la gente de Irun también viene aquí para consultar la agenda cultural o saber qué pueden hacer. Aunque también es habitual que se acerquen a comprar entradas para los diferentes espectáculos».

IRUN

Las pernoctaciones en el albergue de peregrinos también han aumentado